Su talento musical le salvó la vida en el campo de concentración de Auschwitz – Birkenau. Helena Dunicz – Niwiska fue una de las 11 sobrevivientes del Holocauto que se reunió, a los 101 años, el último viernes con el Papa Francisco.
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Esta mujer fue detenida muy joven, junto a su madre, para ser trasladadas al campo de exterminio de los nazis en Auschwitz – Birkenau. La anciana, que a pesar de su avanzada edad, contó al diario El Mundo que, en aquella época fue obligada a formar parte de la orquesta para tocarle a los nazis en el campo de exterminio.
Su talento llamó la atención de los oficiales de la SSS, al punto que los nazis permitieron a los reclusos más duchos con los instrumentos que pudieran tocar para marcar el paso del resto de prisioneros cuando se dirigían al trabajo. También eran requeridos para amenizar las veladas de los oficiales alemanes las noches en los fines de semana.
Helena formó parte de la orquesta desde que ingresó al campo de exterminio, en 1943. Estuvo en este lugar hasta enero de 1945, poco antes su liberación de los soviéticos, pero no tuvo la suerte de presenciar la llegada del ejército, ya que antes fue trasladada a otro campo de concentración.
Primero fue Alemania a Ravensbruck primero y Neustadt – Glewe, después. Allí, logró su libertad. Actualmente vive en Cracovia. En 1998, publicó un libro: “Una de las chicas de la orquesta. Las memorias de una violinista de Birkenau.
Estas memorias fueron resumidas por el Papa Francisco.