Nancy Portugal Prado
nportugal@diariogestion.com.pe
Karen Rojas Andía
krojas@diariogestion.com.pe
Un caricaturista que critica el poder y termina adquiriéndolo a través de sus dibujos, un poeta ruso que, en plena revolución, pretende cambiar su entorno con sus versos, y una mirada a la sociedad española y la crisis económica; fueron las tres historias elegidas entre 324 novelas que se presentaron al Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa. Best sellers, libros autopublicados, historias romántica y policíacas; el universo era muy amplio.
El ganador de esta bienal fue Juan Bonilla, autor de “Prohibido entrar sin pantalones”. En el certamen, un 40% de los títulos participantes era de origen español y un 20%, peruano. El final de la bienal convocó a 1,500 personas en el Gran Teatro Nacional.
“Queremos dejar un precedente que consolide la segunda y tercera edición y que se sepa que quien gane este premio es un autor de primer nivel. La idea es que al ganador se le abran las puertas de otras lenguas”, explica Carlos Granés, uno de los organizadores del evento.
Montar la bienal requirió un presupuesto de US$ 150 mil, invertidos principalmente en la logística del evento y los viáticos de los casi 40 escritores participantes. El monto fue financiado por patrocinios de organizaciones como la Acción Cultural Española y la Agencia de Cooperación Española.
Granés destaca que el premio de US$ 100 mil, que no se incluye en el presupuesto, cumple una función de promoción para el evento.
“Tener una bolsa suculenta nos garantizó que los escritores se interesen”. Así, el escritor compara el nivel de convocatoria de la Bienal Mario Vargas Llosa con el del galardón Booker Prize del Reino Unido.
Sobreproducción
Un premio de literatura impulsa las ventas de un autor, sobre todo en un mercado tan competitivo como el latino.
“Hoy, en América Latina cada vez e publica más. Son más o menos 100 mil novelas en un año. Ni una sociedad muy culta podría absorber esa cantidad de producción cultural. Un buen libro hoy vende 5 mil ejemplares”, detalla.
Mercado editorial
El premio y la cátedra se desarrollan en un contexto difícil para el mercado editorial. “La crisis económica española ha afectado muchísimo a la industria. En América Latina nunca hubo lectores y sector siempre estuvo en crisis. Hoy, con cierto boom económico, continúa bastante precario. Una cosa es tener dinero y otra interesarse en la cultura”.
Granés pronostica un cambio drástico en la dinámica del mercado editorial para este año, tras la compra de los sellos de Santillana por Random House Mondadori. “Antes había tres grupos importantes y hoy son solo dos: Random House y Planeta”.
Tres escritores, tres puntos de vista
Alonso Cueto
La literatura peruana tiene energía, la aprecian editoriales nuevas que están surgiendo, hay muchas editoriales independientes. Hay mucha gente que escribe, con cursa. Lo que tenemos que hacer es acabar con la piratería y luego montar más bibliotecas.
Gustavo Faverón
Hay muchas otras cosas que hacer, pero la bienal es un gran envión inicial. El siguiente paso depende de la nueva directiva de la Cámara Peruana del Libro, las ferias y otros eventos que organice, así como la orientación cultural que le dé a estos asuntos.
Gabriela Wiener
Lima es un destino atractivo, un lugar en el que la gente no solo puede comer buenos platillos, sino también escuchar a escritores debatir sobre libros, comprarlos y leerlos. Es fundamental conseguir que esto se multiplique en otras ciudades.
EN CORTO
La bienal se viene organizando desde hace un año y requirió coordinaciones con universidades, organizaciones y el Museo de Arte Contemporáneo.
“Esto se realizará cada dos años. La idea es que tenga un impacto tan fuerte en lima, las universidades y entre el público lector, que Lima sea un centro literario”, anota Granés.
DATOS
1. Revisión. Los ejemplares de novelas concursantes empezaron a recibirse desde marzo del 2013.
2. Requisitos. A la cátedra se presentaron solo novelas impresas, editadas originalmente en idioma español.
3. Edición. Para el siguiente premio, se plantea buscar, además del apoyo de organizaciones, el auspicio de empresas privadas. Este año, la bolsa del premio la puso UTEC.