Cada año, 175 curadores son los encargados de elegir las piezas que participarán en la Feria de Arte de Maastricht, la más exclusiva y exigente del mundo. Unas 30,000 piezas han pasado su exhaustivo examen y este año, tres artistas se roban las miradas del público: Vincent van Gogh, Amedeo Modigliani y Francis Bacon.
Se dice que ‘Moulin de la Gallette’, de Van Gogh, que se exhibe en la galería Dickinson, podría venderse por unos US$ 32.5 millones, aunque hay quien asegura que no sería raro que su precio fuera de US$ 52 millones. La obra pertenece a una época en la que el artista pasó de pintar sombrías escenas de la vida campesina a crear paisajes posimpresionistas.
El precio que sí es oficial es el de ‘Bride and groom’, de Modigliani, en el stand de Landau Fine Art. La pieza que la galería compró al MoMa se vende por US$ 24 millones. «Es uno de los pocos retratos dobles que el artista pintó», aseguran.
Francis Bacon, el tercer plato fuerte de esta edición y que ostenta el récord del precio más alto pagado en una subasta – US$ 189 millones–, está presente en la galería Marlborough con ‘Study for the human body’, cuyo precio es de US$23.2 millones.
Muchos más atractivos
Para los amantes de las joyas, Graff Diamonds ha llevado una selección de piezas que, en conjunto, alcanza US$ 299 millones. Y para coleccionistas de antigüedades, un plato de cobalto de la dinastía Yuan se ofrece a US$ 20 millones.
Maastricht da para más. Los más de 70,000 visitantes que acudirán a la feria tendrán la suerte de disfrutar, y comprar obras de maestros como Magritte, Chagall, Léger, Klee, Munch, Monet, Renoir o Damien Hirst.