Senoia, EE.UU., (REUTERS).- Frank Hollberg III, cuya familia ha vendido muebles en Senoia, Estados Unidos, desde 1894, sonríe al recordar la insólita imagen de un hombre recorriendo el idílico centro de la ciudad con una cabeza en la mano.
La cabeza formaba parte de los útiles de un rodaje y el hombre era un actor de la serie “The Walking Dead”, el éxito televisivo que ha atraído a millones de seguidores en todo el mundo y ha ayudado a convertir al pequeño pueblo estadounidense en una pujante atracción turística.
Senoia y sus 3,300 habitantes vieron como su economía se hundía tras la muerte del sector algodonero y la agricultura local. Sin embargo, la ciudad del estado de Georgia cuenta ahora con un distrito comercial que pasó de tener seis a 49 negocios en media docena de años.
El cantante de música country Zac Brown ha abierto un restaurante y un local de música en directo en Main Street, y dos casas promocionadas en la sección “Idea House” de la revista Southern Living atrajeron a unos 30,000 visitantes a Senoia en 2010 y de nuevo en 2012, según las autoridades locales.
“Han sido un infierno tantos cambios en este pueblo”, dijo Hollberg, de 77 años. “Es un mundo distinto”.
Hollberg y otros habitantes locales achacan la reencontrada popularidad en el éxito de la serie que emite la cadena AMC. “The Walking Dead” promedia 7 millones de telespectadores en Estados Unidos de entre 18 y 49 años de edad, convirtiéndose en el mayor éxito de la televisión por cable estadounidense en esa franja demográfica en la histórica, según la AMC.
Woodbury real
Los fans se mostraron entusiasmados ante la posibilidad de dar un paseo entre bambalinas durante un rodaje en Senoia, que se transformó en el ficticio pueblo de Woodbury para la tercera temporada de la serie. El último capítulo de la temporada se emite el domingo.
“Cuando tus ventas suben un 40 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, eso debe ser bueno”, dijo Jim Preece, propietario de una tienda. “Nuestra Navidad fue fenomenal”.
El libro de visitas de la tienda de Preece recoge las firmas de los visitantes que han viajado a Senoia desde todo el país e incluso desde Europa, Asia y el Caribe.
El tráfico turístico continuó después de que las cámaras dejaran de rodar, según los comerciantes locales, ayudado por las páginas web de aficionados que dirigen a los visitantes a escenarios específicos del rodaje de cada capítulo.