AFP.- Diosas Venus, máscaras funerarias, pequeñas estatuas y colgantes destacan entre la colección privada de arte precolombino, procedente principalmente de México, pero que también incluye piezas del Perú, que será subastada la próxima semana en París.
Las 68 piezas serán vendidas por la esposa de un magnate estadounidense fallecido hace varios años, que entre los años 1980 y 2000 compró hasta 2,500 piezas de arte precolombino y cuyo nombre la familia optó por mantener bajo el anonimato.
El estadounidense conformó “la colección privada más bella de cultura olmeca, la más antigua de México”, explicó a la AFP Jacques Blazy, encargado de la venta.
Para este experto, el arte prehispánico mexicano es seguramente “el más coleccionado y buscado en estos momentos”.
“A los coleccionistas les atraen los objetos decorativos que tienen detrás una historia”, manifestó.
59 de las piezas que serán subastadas el 31 de marzo por el gabinete Binoche y Giquello son mexicanas y el resto proceden de Costa Rica, Ecuador y Perú.
Las más antiguas fechan de la cultura olmeca (1,200-600 antes de Cristo), un periodo en el que solo se disponía de cuerdas y productos abrasivos.
“No conocían el metal, se requería mucho tiempo y paciencia” para, por ejemplo, crear una de las piezas de la venta, una cabeza antropomorfa de piedra con perforaciones en las orejas, estimada entre 80,000 y 100,000 euros (US$ 86,000 y US$ 108,000).
Venus pequeña, pero colosal
La cultura olmeca, que produjo objetos “extremadamente elaborados” dio paso a otras de estilo más abstracto, como la mezcala (300-100 antes de Cristo).
De este periodo destaca un “Personaje de Pie” con los brazos recogidos sobre el pecho y las sienes hundidas, valorado también entre 80,000 y 100,000 euros.
Pero sin duda una de las estrellas de la venta es una Venus Calipigia, de la cultura Chupícuaro (400-100 antes de Cristo), de cerámica de barniz rojo y blanco.
Esta “diosa madre” o “madre tierra”, está considerada “la hermana” de la Venus convertida en el emblema del museo del Quai Branly de París, así como una de mucho mayor tamaño que fue rematada en el 2013 por 2.5 millones de euros.
De 27 cm de alto, esta estatua “pequeña, parece colosal”, reza el catálogo de la venta que estima su precio en entre 120,000 y 130,000 euros (US$ 130,000 y US$ 140,000).
Destaca igualmente una máscara antropomorfa en ónice, cuyos agujeros en los costados permiten suponer que se colocaba como un collar sobre los difuntos. Su precio estimado es el más elevado de la subasta, de entre 120,000 y 150,000 euros (US$ 130,000 y US$ 160,000).
La colección que será rematada en la famosa casa parisina Drouot incluye además seis colgantes de Costa Rica fechados entre 200 y 600 años después de Cristo; dos piezas de Ecuador – una hacha de bronce y una placa ceremonial de la cultura valdivia-, y una pequeña cabeza de mono-araña en cobre oxidado, de la cultura mochica del norte de Perú.
Controversias con México y Perú
Al estimar que forman parte de su patrimonio cultural, México y Perú han reclamado en más de una ocasión la suspensión de ventas de arte precolombino en París, como ocurrió en el 2013 con la venta de la colección Barbier-Mueller.
Contactada por la AFP, la embajada de México no se pronunció sobre la subasta del próximo viernes.
Estos países “tienen unas leyes internas, pero estos objetos tienen una trazabilidad. A nosotros nos piden apegarnos a la ley francesa o estadounidense, y así lo hacemos”, defendió Blazy, que también estuvo a cargo de la venta Barbier-Mueller hace cuatro años.