Jefferson Farfán tiene 11 años jugando en el futbol europeo con siete títulos entre su estancia en PSV Eindhoven y Schalke 04. La Foquita, como se le conoce al futbolista, es uno de los jugadores peruanos más famosos en su país y a nivel mundial, con un salario aproximado de 5.7 millones de dólares al año. Lleva una vida de lujos, autos y fiestas.
Farfán tiene en su historial al menos tres suspensiones de la Selección de Perú. El castigo más severo fue de 18 meses, cuando una noche posterior a un partido amistoso, en el 2008, Jefferson escapó a las 3 de la madrugada del hotel de concentración con dos de sus compañeros. Al final no le quedó más remedio a Sergio Markarián, entonces técnico de Perú, que darle la absolución a Jefferson.
“Lo que está primando hoy en los jugadores es la ambición de ganar, no la necesidad de ganar”, reflexionó Teófilo Cubillas, mítico mediocampista de la selección de Perú.
El ex jugador fue líder de aquella generación que cautivó al futbol mundial en la década de los 70. Su talento lo llevó a que Pelé lo designara su sucesor. Desde entonces, el descenso del futbol peruano es evidente —no asiste a un Mundial desde España 1982—, a pesar de contar con jugadores que destacan en ligas europeas, entre ellos están Farfán, Paolo Guerrero y Claudio Pizarro.
—¿Es correcto que los futbolistas ganen millones de dólares y cambien de equipo cada temporada? ¿Qué tanto son víctimas o cómplices de la industria?
Lo que está primando en los jugadores es la ambición de ganar, no la necesidad de ganar. Si hoy va Messi y te pide 20 millones, ¿cómo le dices que no? Lo está demostrando con gestos, con actuaciones, es lo que debería verse hoy en día con los jugadores.
—Usted fue líder de una generación que destacó a nivel mundial. ¿Qué opciones le ve a Perú de trascender en la Copa América 2015?
Yo voy a confiar en mi Selección, nunca entierro a mi equipo. Cuando te digo que sigo apostando por mis muchachos, es porque creo en ellos y veo que pueden, pero deben comprometerse. Los chicos que se unen a los consagrados deben pensar que también pueden, no deben jugar a la sombra de sus nombres. Hace tiempo que los estoy esperando y los seguiré esperando, porque va a llegar el momento en que van a despertar.
—Perú tiene jugadores en el futbol europeo, pero también es sabido lo disperso que son en las concentraciones y algunas indisciplinas. ¿El futbolista actual puede asimilar la fama y el dinero?
Siempre pensé que con el correr del tiempo los jugadores iban a ser más profesionales, pero me equivoqué. Con todos los adelantos y la tecnología se tiene la posibilidad de profesionalizarse más; sin embargo, hay muchos chicos que se han equivocado, actúan de una manera tal como si el mundo se les acabara, quieren vivir para ayer.
Las cosas hay que vivirlas con calma, paso a paso, y ojalá que los chicos así lo entiendan y sepan guardar pan (vida) para el día de mañana y no pensar en que todo lo que entra (dinero) deba salir inmediatamente.
—¿Cómo podrían los jugadores de Perú congraciarse con su afición, sobre todo cuando previo a la Copa América algunos seleccionados rompieron la disciplina de la concentración?
Hoy en día, si haces cosas (indisciplinas) y pierdes, inmediatamente salen a decir todos esos malos ratos que has pasado. Tú tienes que ser muy inteligente y si lo haces, justifícalo en el campo. Puedes divertirte, puedes hacer lo que quieras y si ganas, con qué derecho van a impedirte que lo hagas.
—¿La industria del fútbol, el dinero, es la causa de falta de compromiso del futbolista con su Selección, incluso con su club?
Es el amor el sentimiento por el que te dispensa tu gente. En mi vida he tratado de identificarme con algo y por eso nunca cambié con facilidad de equipo. En Perú siempre jugué para Alianza Lima, ahora es muy sencillo cambiar de equipo y así no puedes hablar de sentimientos.
Diario El Economista de México
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