A nivel local no necesariamente abundan los espacios disponibles para teatro. De hecho, mientras ciudades como Buenos Aires ostentan hasta 287 salas o Río de Janeiro concentra 158, Lima cuenta con apenas 67.
No obstante, según observa el director y actor Alfonso Santistevan, el meollo del asunto está también en la concentración de espacios en unos pocos distritos.
No se equivoca. Miraflores, Lima Cercado y Barranco son las zonas que albergan más recintos teatrales, evidenciando desigualdad en la distribución de espacios.
Aun así, Lima se halla en una situación privilegiada respecto al resto del país.
Para la consagrada actriz de teatro Delfina Paredes, la oferta cultural aún está centralizada, siendo el poco desarrollo de la actividad teatral en provincias lo más desalentador.
En efecto, un reciente estudio de Mapcity revela que existen 23 veces más centros culturales en la capital que en los demás departamentos del país.
Debate sobre la mesa
¿Hasta qué punto la disponibilidad de espacios es determinante para el desarrollo del teatro? Yohann Turbet Delof, director general de la Alianza Francesa de Lima, resalta que por lo pronto la clave está en evaluar las salas ya disponibles para aprovecharlas al máximo. “Lima tiene espacios bonitos que no son utilizados, la prioridad es tener una política de uso permanente”, recalca.
Y, asimismo, hace hincapié en una tendencia que se está fortaleciendo cada vez más en plazas internacionales: la de llevar las artes escénicas fuera del teatro.
“Está bien contar con una infraestructura, pero a veces sigue viéndose como una barrera, una opción es que el teatro salga de esos espacios y se monten obras en las calles, en los hospitales, a esos lugares donde nunca llegan”.
Mientras ciudades como Buenos Aires concentran más de 250 salas de teatro, Lima apenas alberga 67. A eso se suma la oferta desigual respecto a provincias.
Alfonso Santistevan plantea, de su lado, una labor conjunta en que los municipios muestren compromiso con la cultura.“Las municipalidades deberían tomar más en serio esto, promover las artes escénicas en barrios, en donde las compañías teatrales puedan mostrar sus obras. Eso sería interesante”.
Y dispara: “contentarse con una temporada de unas diez semanas en un teatro relativamente pequeño es poco, si tenemos en cuenta que Lima tiene cerca de 10 millones de habitantes”.
Así contempla que un escenario “ideal” sería el de llevar varias temporadas de teatro en distintos puntos de la ciudad a modo de circuitos o pequeñas giras, con el respaldo de los municipios.
Pequeñas grandes audiencias
Santistevan tampoco deja de lado la importancia de inculcar el interés por las artes escénicas desde las escuelas para crear un público.
Coincide con él Delfina Paredes, quien descarta que hoy en día haya un “público que se sienta en la necesidad de asistir a estos espacios”.
“Nada que realice el ser humano es ajeno al teatro, cualquier situación puede ser representada, y es importante que desde chico se enseñe a apreciar una obra”, puntualiza con convicción.
EL DATO
Función. Alfonso Santistevan y Delfina Paredes actúan en el thriller psicológico “Luz de gas” en el Teatro Británico. Ambos consideran que sí hay una audiencia dispuesta a observar géneros diversos, más allá del drama o la comedia.