Irlanda, Polonia y Chipre son los únicos países europeos que prohíben el aborto salvo algunas excepciones, mientras que en Malta es totalmente ilegal.
Actualmente, la legislación polaca admite el aborto solo en casos de violación, incesto, deformidad del feto o riesgo de salud de la madre. Sin embargo, un último proyecto de ley estaría buscando prohibir la interrupción voluntaria del embarazo.
Y quien aborte podría tener una pena de cárcel de 3 meses hasta 5 años. El proyecto de ley además, contempla que si la responsable de la muerte del feto fuera su madre, la corte podría mitigar el castigo, e incluso renunciar a su imposición.
Es por ello que miles de mujeres salieron a protestar en Polonia contra la propuesta de ley en una marcha a la que llamaron Lunes Negro.