AFP.- La coyuntura política ha hallado un lugar en la pasarela estadounidense. Si hubiera un premio para el “show más político” en la semana de la Moda de Nueva York, el de Mara Hoffman tendría oportunidad.
Su evento comenzó con una declaración política de la co organizadora de la Marcha de Mujeres en Washington, Tamika Mallory, quien señaló “Apoyamos a mujeres retenidas en aeropuertos, apoyamos a mujeres tras las rejas”.
Y sobre las pasarelas, la Escuela Pública hizo una descarada parodia del slogan de la campaña de Donald Trump. En vez de “Hagamos grande a Estados Unidos”, la ropa decía “Hagamos a Estados Unidos Nueva York”, llamando al resto del país a tomar los valores liberales de la ciudad. Tommy Hilfiger y Calvin Klein también llamaron a la tolerancia.
En las últimas semanas moda y política han entrado en conflicto directo por la decisión del distribuidor Nordstrom de rechazar la línea de ropa de Ivanka Trump. Se alegaron bajas ventas, aunque el padre de Ivanka reclamó un trato injusto.
Con otras protestas en los Premios Grammy, los mundos de la moda y la música se están politizando como no había ocurrido en generaciones. La pregunta es cuánta diferencia harán, particularmente entre los seguidores clave de Trump, quienes ya se sienten bastante ajenos a los centros culturales de Nueva York y Los Ángeles.