Este año es de buena suerte. Es uno de esos momentos en los que todo está al alcance de la mano o, al menos, disponible. Cuando el MALI salió a conseguir las obras para su subasta anual, una de las más importantes del calendario, se percató que las piezas que tanto buscan los coleccionistas estaban libres.

“Nunca tienes una bola de cristal para ver qué obras de colecciones privadas vas a hallar en el mercado, pero este era un año muy especial. Buscábamos obras únicas y las hallamos en colecciones privadas”, revela Armando Andrade, presidente del Comité de Subasta.

La decisión fue aprovechar la oportunidad, comprar y dividir el evento en siete sesiones o categorías, una por tema. Es la primera vez que el museo apuesta por tantos encuentros. Y con lo recaudado comprará obras. El museo anhela iniciar una colección de arte de la selva que combinará piezas adquiridas y otras mandadas a elaborar.

Al mejor postor
El lote más costoso de la noche está tasado entre US$ 50,000 y US$ 54,000. Se trata de “La habitación de las conversaciones serias”, una pintura de Ramiro Llona, quien a pesar de haber decidido no trabajar más con galerías, conserva una buena relación con el MALI.

La subasta, que se realizará el 19 de setiembre en el club de polo de Pachacamac, está planeada como una fiesta que va desde el mediodía hasta las 9 de la noche. Iniciará con un lote de fotografías ‘vintage’ de Martín Chambi y seguirá con otro dedicado a Elena Izcue, con 12 piezas de la artista.

El evento está diseñado para que solo se martillee durante dos horas. Así, la tercera sesión será de arte popular y la cuarta, de obras sobre papel.
“Tenemos grabados de Skinner, acuarelas de Francisco Lazo, mapas del virreinato del Perú y de la cuenca del Amazonas y acuarelas de Vinatea Reynoso, entre otros”, explica.

Las últimas subastas de la noche serán las de pintura de los siglos XIX y XX, arte contemporáneo, arte joven y una sesión final de arte decorativo.

Las claves
1 Fiesta. El catering del evento estará a cargo de Marissa Guiulfo.

2 Planeamiento. El museo intenta comprar obra que llene vacíos dentro de su colección. Y es lo que hará después de la subasta de arte.

3 Coyuntura. La subasta coincide con la apertura del segundo piso del Museo de Arte de Lima, que será este 8 de setiembre en privado y el 9 al público en general.