Las situaciones sociales profesionales pueden ser incómodas. Y, por desgracia, muchas personas terminan haciendo el ridículo porque no entienden que las reglas de etiqueta en los negocios difieren de las de otros entornos.
En el libro “The Essentials of Business Etiquette” (Lo Esencial de la Etiqueta para los Negocios), Barbara Pachter escribe acerca de las reglas que la gente necesita entender para comportarse y presentarse de forma adecuada en situaciones sociales profesionales.
Estos son los consejos más importantes que Pachter comparte en su libro, desde cómo saludar a alguien hasta qué no hacer en los restaurantes.
Siempre póngase de pie cuando le están presentando a alguien.
“Estar de pie lo ayuda a establecer su presencia. Si no quiere que otros lo ignoren luego, póngase de pie al momento de presentarse. Si lo toman desprevenido y no puede levantarse, debe inclinarse hacia adelante para indicar que tenía la intención de pararse”, Pachter escribe.
Si usted es la persona de más alto rango o el anfitrión, siempre inicie el apretón de manos.
En el mundo laboral de hoy, el anfitrión o la persona de rango superior, sin importar el género, debe extender su mano primero, sugiere Pachter. “Si la persona de rango superior no lo hace de inmediato –a menudo debido a la confusión de género– la persona de menor rango debe extender su mano sin perder un segundo”.
De cualquier manera, el apretón de manos debe darse. “En Estados Unidos, el apretón de manos es el saludo de los negocios. Si quiere ser tomado en serio, debe estrechar la mano y hacerlo correctamente”.
Solo diga “gracias” una o dos veces durante una conversación.
“Hay que decir gracias solo una o dos veces en una conversación”, escribe Pachter. “De lo contrario, usted puede diluir su impacto y posiblemente parecer un tanto desamparado y necesitado”.
Envíe notas de agradecimiento por separado a todos los involucrados.
Si la ocasión lo amerita, usted debe enviar notas de agradecimiento dentro de 24 horas y debe hacerlo por separado a cada una de las personas a quien desea agradecer.
“Antes de elegir entre correo electrónico y notas escritas a mano, tenga en cuenta que el correo regular puede tomar varios días en llegar a su destino mientras que el email llega casi de inmediato”, escribe Pachter. “Esta diferencia de tiempo puede ser importante después de una entrevista de trabajo, si se toma la decisión de contratar rápidamente”.
Deje su teléfono en el bolsillo.
Hoy en día todo el mundo lleva su smartphone dondequiera que vayan, pero debe evitar sacar su equipo durante las reuniones de negocios. No importa cuán discreto intente ser, si se ve tentado a mandar mensajes de texto o de correo electrónico, la gente lo notará y es un gesto irrespetuoso.
Además, no coloque el teléfono sobre la mesa cuando se reúna con alguien porque le estará diciendo a la persona que usted está listo para dejarlo de lado y comunicarse con alguien más.
Nunca acomode la silla de alguien.
Está bien sostener la puerta abierta para su huésped, pero Pachter recomienda que no se debe acomodar la silla de alguien sin importar el género. En un entorno de negocios, usted debe dejar esas normas sociales de género de lado. “Tanto hombres como mujeres pueden acomodar sus propias sillas”.
No cruce las piernas.
Tanto hombres como mujeres lo hacen, pero puede ser una distracción e incluso un gesto demasiado sexy para un entorno profesional, dice Pachter.
Siempre verifique que haya seleccionado el destinatario de correo electrónico correcto.
Preste atención al escribir un nombre en el campo de destinatario del correo electrónico. Es fácil seleccionar el nombre equivocado y enviar un mensaje a quien no corresponde.
En una cena de negocios, no pida algo demasiado caro.
Si usted pide un filete o langosta, por ejemplo, parecerá que usted se está aprovechando de su anfitrión, Pachter advierte. “Pero si su anfitrión hace recomendaciones, puede pedir cualquiera de esas sugerencias, de preferencia lo más barato”. Lo mismo ocurre con el vino.
No acomode o apile los platos.
“Usted no es el camarero”, escribe Pachter. “Deje que el personal haga su trabajo”. Además, si la otra persona (o personas) con quien está cenando aún no ha acabado, pueden sentirse apuradas y usted quedaría como un irrespetuoso.
Nunca pida comida para llevar.
“Usted está allí por negocios, no para llevarse las sobras”, escribe Pachter. “Las bolsas de comida están bien para cenas familiares, pero no durante ocasiones profesionales”.
El anfitrión siempre paga.
“Si usted hizo la invitación, usted es el anfitrión, y usted debe pagar la cuenta, independientemente del género. ¿Qué pasa si un invitado hombre quiere pagar? Una mujer tiene algunas opciones. Ella puede decir, “Oh, yo no pago, es la empresa que está pagando”. O puede excusarse de la mesa y pagar la cuenta lejos de los invitados. Esta opción funciona para los hombres también, y es una forma muy refinada de pagar una factura”, escribe Pachter.
“Sin embargo, al fin y al cano usted no querrá estar peleando por una cuenta. Si un invitado hombre insiste en pagar a pesar de los esfuerzos de una huésped mujer, déjelo que pague”.
Aliste una salida cortés.
Pachter recomienda que al momento de salir de una conversación, uno debe hablar explicando porque se retira. “Recuerde salir mientras está hablando. De ese modo, usted estará en control y es una salida mucho más sutil”.
También debe tener “oraciones de salida” preparadas en caso de que necesite salir de una conversación. Usted puede decir “Mucho gusto” o “un placer hablar contigo” o “Nos vemos la próxima semana en la reunión”.