(Bloomberg) Jay Li dice que su arma secreta es la máscara de “Bane”.
El analista financiero de 33 años de Trafelet Brokaw posee un título admirable pero también frustrante que lo habilita para ser famoso: es el segundo hombre de mejor estado físico de Wall Street.
Li no está demasiado feliz de poseer ese título, que ganó en los últimos dos años en el Decatlón de Wall Street y que prevé recibir otra vez en el evento de este año, que tendrá lugar el 13 y 14 de junio en St. John’s University de Nueva York.
La máscara de Bane –uno de los villanos de las películas de Batman- es el boleto de Li a la cima –al menos eso espera-. Llevarla puesta durante sus rutina de ejercicios cardiovasculares intensifica su entrenamiento al restringir el flujo de aire, táctica masoquista que busca imitar las condiciones de las grandes altitudes. “El resultado depende de lo que uno hizo… o no hizo”, dice Li. “El día de la competencia, no me voy a contener”.
En realidad, hay un solo hombre al que Li está interesado en vencer este fin de semana: Mark Rubin. El operador de ventas de futuros y opciones de 29 años, que empezará a trabajar en ICAP, ha ganado el decatlón tres años seguidos. La competencia del año pasado fue tan reñida que se definió en el último evento; Rubin derrotó a Li en la carrera de 800 metros por menos de un segundo, y sus 7.272 puntos totales superaron a los 7.262 de Li. De allí, la máscara de Bane.
Mientras que Li (5’9”, 170 libras; 1,75m, 77 kilogramos) no se ha dedicado al deporte competitivo desde la escuela secundaria, Rubin (6’3”, 225 libras) se jacta de su importante pedigree atlético, ya que jugó de safety para la Universidad Estatal de Pensilvania, donde sus equipos ganaron dos campeonatos Big Ten, y durante un breve lapso para los St. Louis Rams. De más grande, Rubin sobresalió en lacrosse y en natación. Era tan bueno en la piscina de chico que derrotó tanto a Michael Phelps como a Ryan Lochte (aunque “eso fue hace mucho tiempo”, dice).
Amistosa rivalidad
El mes pasado, durante un almuerzo –Li pidió una hamburguesa sin queso y patatas fritas y Rubin aceptó el queso pero optó por un acompañamiento de espárragos- hablaron de su amistosa rivalidad. “Jay es un competidor de primer nivel”, dice Rubin, “y eso se ve año tras año”. Li sostiene que lo que más admira es la competitividad de Rubin: “Hubo un par de eventos en los que pensé: ‘Con esto debería sentir algo de presión’. Pero su actuación fue excelente”.
La rivalidad entre ambos también es beneficiosa para las obras solidarias. La competencia, que se realiza desde hace siete años y que el próximo fin de semana atraerá a unos 275 profesionales de Wall Street, según las previsiones, ha recaudado hasta la fecha más de US$5,1 millones para el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
El evento para equipos tendrá lugar el sábado. Los hombres y las mujeres que compiten en forma individual se medirán el domingo. A lo largo de los años, Rubin y Li recaudaron más de US$30.000 y US$12.000 respectivamente.
Su dedicación también se nota en sus sesiones de ejercicio. “La mayoría de las personas, en especial los recién llegados, se centran en algunos de los eventos y no se dan cuenta de lo amplio que es el entrenamiento que esto requiere”, dice Rubin”, que se ejercita tres o cuatro veces por semana durante todo el año. Li, que también salió tercero en 2012, se entrena de cinco a seis veces por semana.
Rubin y Li reconocen que hay al menos un competidor que podría complicarles las cosas este fin de semana. Collin Zych de Greenhill Co., ex capitán del equipo de fútbol de la Universidad de Harvard que jugó un tiempo para los Dallas Cowboys, ocupó el tercer puesto en los últimos dos años. Y sólo tiene 26 años.