NUEVA YORK (AP).- La pandilla Van Dyke Money Gang de Nueva York ganó más de 1.5 millones de dólares este año, pero no fue con asaltos a mano armada o tráfico de drogas, sino haciendo fraude con los envíos de remesas.
En New Jersey, los 111 Neighborhood Crips utilizaron una máquina para hacer decenas de tarjetas de regalo falsas para utilizarse en supermercados, farmacias y ferreterías. En el sur de Florida, las pandillas robaron identidades para solicitar reembolsos fiscales falsos.
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Ellos no son miembros de una mafia organizada o un grupo de hackers. Son pandillas callejeras que han obtenido ingresos de millones de dólares con crímenes de cuello blanco como robo de identidad y fraude con tarjetas bancarias, en algunos casos dejando de lado sus viejos métodos de ganancias ilícitas a cambio de delitos más sencillos y con sentencias más cortas.
“¿Por qué perder el tiempo en las calles moviendo crack y recibir al menos 10 años de prisión federal, cuando en realidad uno puede obtener ingresos de hasta seis cifras y si te agarran, pagarás seis meses de cárcel?”, se preguntó Al Pasqual, director de seguridad contra fraude en la firma consultora Javelin Strategy and Research.
Las autoridades han notado un incremento en las pandillas que recurren a ese tipo de crímenes. Este año, una treintena de supuestos pandilleros fueron acusados en casos por separado en todo el país.
El hurto agravado en la ciudad de Nueva York representó el 40% de todos los delitos el año pasado, en comparación con el 28% de 2001. Un 5% de las personas en Estados Unidos ha experimentado algún tipo de robo de identidad, y Florida encabeza a los estados con mayor número de quejas.
El comisionado de la Policía de Nueva York, William Bratton, escribió una editorial la semana pasada para el Daily News en donde señala que las pandillas han cometido delitos de cuello blanco “a un nivel sorprendente”.
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Las pandillas reclutan a cuentahabientes para ayudarlos a cobrar cheques falsos, pagan a empleados corruptos que clonan información de tarjetas bancarias con lectores manuales, y compran identidades por internet.
Pasqual señaló que para algunas pandillas fue la manera de reemplazar otros delitos. “Para algunos es un complemento. Ganan dinero fácil para hacer crecer otros lados de su negocio, utilizan los delitos de cuello blanco para financiar el tráfico de armas. Para muchos de ellos esta es su actividad diaria. Viajan por todo el país cuando se hacen realmente buenos en ello”.
Una grupo creado por las autoridades en Florida ha acusado a más de 400 personas por provocar pérdidas que superan los 140 millones de dólares, incluyendo a los más de 60 acusados de hace tres semanas. Las autoridades señalan que cada vez son más los arrestados que pertenecen a las pandillas.
Es un crimen organizado pero no es “Crimen Organizado”, dijo Bill Maddalena, agente especial asistente a cargo de la rama de delitos de cuello blanco para la oficina del FBI en Miami.