¿Una planeadora acuática? ¿Una moto de agua vanguardista? ¿O un equipo que corretea entre las olas? La Quadrofoil es todo eso y, además, es ecológica: se mueve por energía eléctrica y no deja esa peste y esos regueros de combustible que azotan las playas cuando los ‘moteros’ de agua empiezan a demostrar sus habilidades entre los apacibles bañistas veraniegos.
Esta veloz moto es obra de la empresa Quadrofoil, ubicada en Slovenska Bistrica, una pequeña ciudad en el noroeste de Eslovenia.
Según Marko Popovic, director de Marketing de la firma, los 20 empleados de Quadrofoil tenían un sueño: volar sobre el agua.
¿Cómo? Empleando las últimas tecnologías nacidas en campos de la automoción, naval, aeroespacial y de la aviación.
Diseño y velocidad
“Los hidrodeslizadores están fabricados con aleaciones especiales de aluminio, mientras que el casco está realizado con diferentes tipos de GRP (plásticos reforzados con vidrio), lo que le proporciona a los distintos modelos Q2 (existen tres) un peso muy bajo y un alto rendimiento”, explica Marko.
Entretanto, la velocidad depende del modelo y de las condiciones del agua. Si el mar está hecho una balsa, apenas sopla el viento, las corrientes son óptimas y el conductor no pesa mucho, la Q2A Electric alcanza hasta los 30 kilómetros por hora; mientras que la Q2S Electric puede llegar a los 40 km/h, como la Q2S Electric Limited Edition.
La sensación de volar se consigue gracias a esa especie de cuatro alas submarinas que permiten que, a tan solo 12 km/h, la embarcación suba por encima del agua.
Si traducimos su alma sostenible (eléctrica) a términos económicos, “supone que una hora de conducción sale por menos de un euro; y el coste total de la embarcación es de hasta veinte veces menor que una moto de agua de gasolina”.
Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica