La encuesta realizada por PWC sobre Delitos Económicos en el 2016, muestra que más de una organización de cada cuatro (28%) ha sido víctima de un delito económico, este puede ser malversación de activos, sobornos y corrupción, fraudes en compras y adquisiciones, y fraudes contables.
Los delitos económicos parecen estar a un paso de las organizaciones, así el estudio revela que el 46% de las empresas no creen que las autoridades locales tengan los suficientes recursos o estén lo suficientemente entrenados.
Mientras que el 10% de las empresas consultadas (que suman 6,337 en 14 países) indican haber reportado pérdidas por más US$ 1 millón, debido a los delitos económicos.
En el caso de los delitos, los cinco primeros son: malversación de activos (78%), delitos informáticos (26%), uso indebido de la información privilegiada (21%), sobornos y corrupción (21%) y fraudes de empresas (18%).
Desafíos
Este contexto de delitos económicos hace más activo a las organizaciones, creando programas efectivos de ética y cumplimiento. De esta manera, se recoge primero que el 39% de las empresas no llevaron a cabo una evaluación de los riesgos de fraude en los últimos 24 meses o no saben si lo han hecho.
Como proyección si tiene que, para los próximos 2 años, solo uno de cada tres empresas planea incrementar sus recursos que destina a responder ante amenazas a delitos económicos.
Asimismo, el 39% de las organizaciones experimentó pedidos de soborno o desconoce si ha experimentado en los últimos 24 meses.
Ciberamenazas
Respecto a las amenazas a través de la internet, este se ha convertido rápidamente en el segundo delito más importante para las empresas.
Las pérdidas originadas por los delitos informáticos pueden ser muy duras, incluyendo daños internos y externos. En Latinoamérica, el 5% de las organizaciones que reportaron casos de delitos económicos sufrieron pérdidas de US$ 1 millón y un 15% desconoce el impacto financiero total.