Leonardo DiCaprio ganó más de US$ 35 millones por protagonizar “El renacido”. Y, tras recibir su primer Óscar, podrá cobrar alrededor de US$ 42 millones en su próxima película. Ese 20% adicional será el mayor beneficio de levantar, al fin, el premio de la Academia.
Pero la estatuilla bañada en oro de 24 quilates no solo marca un antes y un después para los actores. Los directores, productores y el resto de equipo de creación de un filme revaloriza su salario, además del prestigio y reconocimiento. Así, tras ser nominadas al Óscar , una cinta recaudar en taquilla un 18% extra y, pasada la ceremonia, puede llegar a alcanzar 21% más.
Incluso, una película con cinco nominaciones puede generar US$ 68 millones más por taquilla que otra que no es candidata en ninguna de las categorías.
Dos casos excepcionales fueron “Golpes del destino” y “El discurso del rey”, estrenadas en el 2004 y 2010, respectivamente. Tras ser nominadas al Óscar, cada una de ellas recaudó US$ 100 millones más de lo previsto solo en Estados Unidos. Además, cuando una cinta gana la categoría Mejor Película, el retorno de dinero es aún mayor. Claro, las fórmulas no son exactas, pero la consultora IBISWorld asegura, por ejemplo, que las triunfadoras entre el 2010 y 2014 registraron un margen de beneficio de 247.2%.
Y es que al costo de taquilla también se debe sumar el de otros mercados, como la distribución de DVD, Blu-ray y el pago por derechos de transmisión en televisión.
La paradoja
Las diferencias salariales de género son abismales en torno al Óscar: los actores ganan alrededor de US$ 4 millones más tras ganar dicho galardón, mientras las actrices apenas perciben US$ 500,000 extras.
Entre las actrices mejor pagadas destacan Jennifer Lawrence, Scarlett Johansson, Julia Roberts y Angelina Jolie. Sin embargo, ninguno de sus sueldos por película supera, en promedio, los US$ 20 millones, monto menor al que cobró Leonardo Dicaprio por “El lobo de Wall Street”, su cuarta nominación al Óscar, en el 2013.
La diferencia radica, probablemente, en las diferencias de género que existen en el cine a favor de los roles masculinos, según un estudio publicado por la BBC.
La campaña previa
Entrar a la carrera por el Óscar es sumamente costoso. Los estudios cinematográficos invierten entre US$ 100 y US$ 500 millones anualmente para armar una campaña de difusión orientada a los votantes de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, con foco en la publicidad y los medios de comunicación.
En la temporada previa a la premiación del Óscar, incluso, un aviso en la portada de la revista de entretenimiento “Hollywood Reporter” puede llegar a costar US$ 72,000.
Así, los precios son casi exorbitantes, pero no se comparan al futuro ingresos tras alzar un Óscar.