¿Cuál es el viaje de una película antes de llegar a las salas de cine? Hace solo siete años, una cinta peruana tenía que dar la vuelta al mundo en el proceso de post-producción y generación de copias para proyectar. Hoy tenemos el estudio en casa.

Ernesto ‘Tito’ Cabellos, además de realizar Hija de la Laguna, es director de la productora Guarango, pionera en la postproducción digital en Perú. Tito Cabellos conversó con Gestión sobre el negocio después de filmar una película y la revolución digital en Perú.

Antes el trabajo de colorización y finalización de una película se realizaba en el extranjero, lo que significaba una inversión de US$ 40,000. ‘Tito’ cuenta que trabajar fuera generaba un gasto extra por el viaje de director, productor, etc., y el de todas las copias que viajaban de vuelta al Perú.

La inversión se dividía así: US$ 20,000 se gastaba en el master de la cinta y otros US$ 20,000 en copias DCP para proyectar en solo 20 salas de cine.

Lo curioso es que este costo era financiado por el dinero que obtenían los directores de los concursos nacionales para fomentar el cine. Es decir, la inversión pública para el cine peruano terminaba en las arcas de los países vecinos.

Hoy, al desarrollar la post-producción en Perú, la inversión es de solo US$ 8,000 por el mismo master y las mismas 20 copias para exhibir la cinta en 20 salas de cine. El costo es 80% menor que los US$ 40,000 del extranjero.

‘Tito’ Cabellos encontró la oportunidad en la migración al cine digital. Hasta las épocas del celuloide, las copias enormes, del tamaño de una mesa, que contenían una película tenían que compartirse entre salas.

Por ejemplo, se proyectaban los 15 primeros minutos de una película, y mientras comenzaba el siguiente rollo, el anterior tenía que llevarse a toda velocidad a la siguiente sala para que la misma película comience a tiempo. En pocas palabras, el celuloide se paseaba por todo el cine.

Las copias DCP o Digital Cinema Package son como pequeños discos duros que contienen la película en su mayor resolución. El trabajo aquí es mucho más sencillo: se descarga el clip en el servidor de la sala de cine y listo, luego se proyecta.

Producto nacional
‘Tito’ está seguro de que no se tiene que salir al extranjero para realizar un producto de calidad. Asegura que en materia tecnológica, Perú no tiene nada que envidiar a industrias como la mexicana o española.

El problema, sin embargo, es la gran brecha que genera el centralismo del Perú. Es decir, hay una distancia enorme entre las producciones regionales y las realizadas en la capital.