El fenómeno mundial Pokémon Go está haciendo que las personas intenten ingresar a lugares peligrosos o donde está mal visto que se juegue, lo cual viene causando problemas políticos y religiosos.

Cabe anotar que la finalidad del juego es atrapar a los Pokémons, los cuales se pueden encontrar en cualquier parte y son captados por un Smartphone que haya descargado esta aplicación.

Según reporta el diario La Tercera de Chile, hace algunos días un grupo de clérigos de Arabia Saudita prohibieron el juego argumentando que “no es islámico”, retomando una “fatwa” o legislación religiosa en contra de Pokémon, señalando que promueve “ideas dañinas” como el politeísmo y la evolución al incluir símbolos de organizaciones “descarriadas” y de otra fe.

Otros países también han expresado su preocupación, advirtiendo a los jugadores que deben alejarse de áreas sensibles y bases militares.

En Japón la propietaria de la accidentada central nuclear de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), pidió al operador de Pokémon GO que cambie los ajustes del popular juego para evitar que las criaturas aparezcan en centrales nucleares.

Esto porque TEPCO ha detectado al menos un Pokémon en las instalaciones de una de las tres plantas atómicas en las que ha realizado pruebas.

Lo mismo ha ocurrido en sitios como el Palacio Presidencial de Indonesia, el campo de concentración de Auschwitz, el Museo Memorial del Holocausto en Washington y el Cementerio Nacional de Arlingtonn el EE.UU.

Y en nuestra región el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se mostró en contra del juego, pues señala que promueve la violencia entre niños y jóvenes.

“El capitalismo genera realidades virtuales, todas vinculadas a las armas, a la violencia, a la muerte. Realidades virtuales como el nuevo juego que hay por ahí, Pokémon Go, ¿ustedes lo conocen? Miles de jóvenes, miles de personas, terminan viviendo en una realidad virtual”, sostuvo.

El creador del juego, Niantic, ofrece un método para solicitar exclusiones, pero no es automático ni está garantizado.