Fue el fenómeno del año pasado. Las personas salían a la calle con la mirada fija en sus teléfonos celulares para atrapar un pokémon o en busca de alguna de las «pokeparadas» señaladas en el mapa.
Por un tiempo, las plazas estuvieron colmadas de jóvenes y adultos que se reunían para cazar las fantásticas criaturas, producto del show televisivo que se estrenó hace 20 años.Su éxito fue inmediato.
Así, a solo 60 días de su lanzamiento, específicamente para el 6 de julio de 2016, la aplicación había superado los 500 millones de descargas, según cifras difundidas por Niantic, su desarrolladora. Pero hoy, seis meses después de su estreno, el escenario es otro, y el fervor inicial ha desaparecido, según reporta el diario El Mercurio.
Esta situación lo confirma un reciente estudio elaborado por un grupo de académicos de la Universidad de Harvard y publicado en la revista médica BMJ. La pesquisa reveló – tras encuestar a 1,182 usuarios de iPhone 6 de entre 18 y 35 años – que las personas se aburrían del juego a las seis semanas.
La investigación arrojó que los encuestados recorrieron 22.4% más de pasos durante los primeros siete días y que ese porcentaje disminuyó gradualmente, hasta desaparecer a las seis semanas de uso.
«Se ha sugerido la utilización de Pokémon Go para mejorar la salud pública mediante la promoción de la actividad física. En nuestro estudio, sin embargo, los resultados indican que el efecto en la salud podría ser moderado», concluyó el trabajo de los investigadores.
Una situación similar
Lo ocurrido con Pokémon Go es similar a lo que está experimentando Nintendo con Super Mario Run, su segundo juego para dispositivos móviles que se estrenó el último 20 de diciembre, de forma simultánea, en 150 países.
Alentados por la promoción masiva de la firma hacia el nuevo producto, los aficionados esperaban su lanzamiento con impaciencia.
En su primer día en el mercado, obtuvo 2,85 millones de descargas y alcanzó 40 millones en las semanas siguientes. No obstante, luego de su aclamado estreno, rápidamente comenzó a perder brillo entre los consumidores.
De hecho, el juego no alcanzó el primer puesto en Japón, uno de los mayores mercados de juegos para teléfonos inteligentes del mundo, aunque sí lo hizo en Estados Unidos y otros países.
En su momento, el fervor por la aplicación inspirada en Pikachu disparó las cotizaciones de Nintendo, que llevaban meses a la baja en la bolsa de Tokio. A casi dos semanas del debut de los pokémon en los teléfonos inteligentes, las acciones de la compañía se revalorizaron 93%, alcanzando su máximo histórico el 19 de julio: 31.770 yenes, unos US$ 274,18.
Desde esa fecha y coincidiendo con la pérdida de interés de los usuarios, los papeles de Nintendo han caído 24.3%, llegando a los 24.050 yenes (US$ 207).