(Bloomberg).- Dos años atrás, una empresa de consultoría ambiental con sede en Londres llamada Trucost escribió un informe para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que decía que “el impacto medioambiental del plástico no puede ser ignorado”.
Mencionaba la basura, el daño a la vida marina, los gases de efecto invernadero producto de la elaboración del plástico y otros males antes de recomendar que “las compañías establezcan una estrategia para reducir el impacto del plástico, incluyendo objetivos y plazos bien definidos”.
Luego, el pasado noviembre, el Consejo Estadounidense de Química, grupo comercial para fabricantes de plástico y otros productos químicos, contrató a Trucost para hacer un informe de seguimiento. Éste, publicado hoy, concluye que pasar del plástico a otros materiales, como vidrio, papel, aluminio o acero, casi cuadruplicaría el costo ambiental.
¿Acaso Trucost se está contradiciendo? A decir verdad, no. Todo es una cuestión de énfasis. La visión del vaso (de plástico) medio vacío es que el plástico contamina. Verlo medio lleno es aceptar que contamina, pero que las alternativas serían peores.
“Reemplazar el plástico con otros materiales no va a resolver el problema”, dijo Libby Bernick, vicepresidenta ejecutiva de Trucost para Norteamérica, en una entrevista antes de la publicación del informe.
Si bien el estudio para las Naciones Unidas efectivamente recomienda reducir el uso del plástico, dice que esto debería hacerse a través de mayor reciclaje y del rediseño de productos, no volcándose a otros materiales. De hecho, el informe de la ONU se refiere al plástico como “uno de los materiales más útiles e importantes en la sociedad moderna”.
En cambio, el informe para el Consejo Estadounidense de Química no argumenta a favor de la perfección del plástico. Dice que el costo ambiental del plástico es de US$ 139,000 millones al año, y que podría reducirse a US$ 98,000 millones al año cambiando a tipos de plástico más sustentables, concluye. Sustituirlo por alternativas como el vidrio, papel, aluminio o acero elevaría el costo ambiental a US$ 533,000 millones al año, dice Trucost.
Algunas recomendaciones en el informe:
- Reciclar un mayor porcentaje de plástico
- Recoger los desechos plásticos antes de que entren al océano
- Hacer más plástico con electricidad obtenida de fuentes bajas en emisiones de carbono, como energía eólica, solar e hidráulica.
Los fabricantes de materiales rivales no quedaron tan contentos.
Lynn Bragg, presidenta del Glass Packaging Institute, escribó en un correo electrónico que los envases de vidrio “son 100% e indefinidamente reciclables, hechos de materias primas inertes”. Jody Hall, vicepresidenta del sector automotor en el Steel Market Development Institute, dijo que el acero está recuperando cuota de mercado proveniente del plástico en los tanques de gasolina de los autos híbridos, ya que deben ser extrarresistentes.
Y Matt Meenan, representante de la Aluminum Association, dijo que las latas de aluminio pueden ser transportadas y enfriadas con menos energía que la requerida por las botellas de plástico, lo que ahorra mucha energía.
¿Cómo lo sabe? El grupo está preparando un informe que lo dice.
Asia representa más del 70% del plástico utilizado en bienes de consumo que ingresa en los océanos cada año, dice el estudio.