Nancy Portugal Prado
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Mientras la hinchada en las tribunas atestigua cómo la selección nacional se hace con el balón, para Hyundai, Umbro y Backus otra es la mirada. Las compañías que auspician a la selección nacional tienen a la hinchada como un termómetro. Los triunfos en la cancha levantan el mercado.
Triunfos como el de Umbro, que, según el gerente de Marketing de KS Depor, Iván Huertas, tuvo su pico histórico de venta de camisetas durante la Copa América, cuando Markarián era un mago y todos hablaban de los Cuatro Fantásticos.
“En comparación al 2012, seguimos creciendo un 15% anual; sin embargo, hay que considerar que vendemos el 5% anual del mercado de camisetas de Perú. El 95% de la venta se lo lleva la piratería”.
La venta informal termina afectando a la Federación Peruana de Fútbol (FPF), ya que el contrato con la marca de indumentaria contempla, además de la entrega de uniformes de entrenamiento, banca y juego, regalías por la venta de cada camiseta.
La noche de Cristal
Una apuesta más segura es la cerveza. Según Javier Fernández, director de Marketing de Cristal, las noches de partido son noches de Cristal.
A través del dinero que paga la marca a la FPF, adquiere el derecho de utilizar la imagen de la selección nacional en su campaña. Funciona. “En las principales ciudades del país, la venta se incrementa en un 20% o 30% cuando juega la selección”.
Un modelo distinto
Alberto Raffo, gerente de Marketing de Hyundai, cree fielmente en una premisa: “La negociación se simplifica cuando una parte entiende que tiene una necesidad y la otra que puede satisfacerla”.
Si bien la marca no aporta dinero a la federación, la dota de US$ 100 mil en vehículos, choferes, buses, combustible y seguros.
Gol de taquilla
Esta noche, el peso en dólares de la cancha será grande. La suma de los valores de los jugadores nacionales es de US$ 35.48 millones y las filas uruguayas suman un total de US$ 224.48 millones.
Esta vez las entradas no se agotaron en cuestión de horas y el gerente de la FPF, Antonio García Pye, lo reconoce. “Poner los DNI en las entradas hizo un poco más lento el proceso, pero evitó que se compren las entradas de a cuatro”.
Ya que los precios fueron los mismos que los de la fecha pasada, la recaudación no varió. La Federación se llevó US$ 1.5 millones.
Lo ganado, según Édgar Araníbar, tesorero de la FPF, “se invierte en divisiones inferiores como la sub 13, sub 17, sub 18 y sub 20”.
Sobre la renegociación con los actuales sponsors, Araníbar destaca que los montos negociados “no se pueden bajar, al contrario, tienden a incrementarse”.
El tesorero agregó que “cuando terminen las eliminatorias, habrá una reunión de directorio para una renegociación por los derechos de transmisión de los partidos”.