ENTREVISTA Reginaldo Fonseca, director de la Cía. Paulista de Moda

La moda va evolucionando y el Perú ha avanzado a pasos agigantados en el desarrollo de este sector. Sin embargo, para el fundador de la Compañía Paulista de Moda, Reginaldo Fonseca, especialidades como la alta costura aún no son evidentes.

¿Cuánto demora una marca en consolidarse?
Alrededor de diez años. Primero la marca tiene que hacerse conocida en su región. Sus productos necesitan ponerse de moda y ser deseados por su cliente objetivo. Entonces empieza la parte de fidelización de los clientes.

¿Es más fácil lograr esa meta en algún país en particular?
Lograr el éxito en el mercado internacional sea cual fuere, ya sea latino, europeo o norteamericano, es más complejo de lo que se piensa. Depende de la estrategia de la marca, del público objetivo y de la calidad de sus productos. Cada firma es una empresa y cada empresa debe desarrollar su propia estrategia. Se debe empezar en su mercado local.

¿Existe “moda a la peruana”?
¡Sí, claro, sin duda! Ya empezamos por las dos materias primas características del Perú que son famosas en todo el mundo y son de gran calidad: el algodón pima y la fibra de alpaca.

¿Cómo ha visto el incremento de la alta costura en Latam?
La alta costura no está en boga en Latam. Lo que hay por aquí es moda de atelier con ropa hecha a la medida, que es diferente de alta costura. En el Perú, aún no conozco a nadie de alta costura. Me gustaría saber quién lo hace. Es una tendencia poco explorada.

¿Qué determina que algo sea considerado así?
Alta costura son piezas carísimas, hechas con exclusividad. Son únicas. Los materiales utilizados son de valor elevado, son productos premium y por eso son tan caros. Pero moda y lujo sostenible también pueden hacer una buena combinación, porque son potenciales herramientas para promover el desarrollo.

¿Cómo han evolucionado los desfiles de moda?
Las semanas de moda pasan por grandes problemas financieros, en el mundo. Y en los últimos 10 años, las marcas dejaron de hacer sus desfiles de forma conceptual y empezaron a hacerlos de forma comercial.

¿Qué es lo que falta?
Vender sus productos inmediatamente después de la semana de moda. Nadie espera más de 4 meses para comprar una ropa que le haya gustado. Algunas semanas de moda, que es el caso de la SPFW – São Paulo Fashion Week, que es la quinta más grande del planeta, ya piensa en esa posibilidad.

¿En relación los modelos?
La oportunidad es de los new faces, que cobran mucho menos que los modelos conocidos. Hoy en los desfiles, de cada 10 modelos, 8 son new faces y apenas dos son top models.

¿Cuál es la importancia de los desfiles para el negocio de la moda?
¡Lo que no se ve no se compra! Es la única forma de mostrar sus colecciones y hacer que el consumidor final tenga ganas de obtener sus productos. Hoy la gente se olvida rápido de las cosas y las colecciones tardan mucho en llegar a las tiendas.