Los primeros vestigios de cultivo de papa en Perú datan de hace 8000 años. Es decir, antes de que las Pirámides tocaran el cielo, nuestros ancestros ya conocían este delicioso tubérculo.
Con el pasar de los años, la papa se ha convertido en alimento esencial para todo el mundo. De hecho, debido a su adaptabilidad, se produce en todo el mundo.
En 1550 los españoles llevaron la papa a Europa. Solo pasaron dos siglos para que se convierta en uno de los alimentos con mayor importancia en el viejo continente.
Precisamente por sus propiedades alimenticias, el 2008 fue declarado el Año Internacional de la Papa por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En Perú, desde el 2005 el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) estableció que el 30 de mayo se celebre el Día Nacional de la Papa.
Hoy, contamos con más de 4,000 especies diferentes cultivadas, y esta labor ha creado más de 110,000 puestos de trabajo permanentes en el país, según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).
Papa solo hay una
En marzo del 2006, una universidad chilena planteó que la chilota (tipo de papa), y más de 286 variedades de este tubérculo, cultivado en la isla de Chiloé, sea registrado como patrimonio de Chile.
Los vecinos del sur aseguraron que, genéticamente, el cultivo de esta especie es diferente al peruano y, por lo tanto, les pertenece.
Perú no tardó en responder. Desde la Cancillería, se abordó la discrepancia aclarando que el origen de la papa es única y exclusivamente de Perú.
“Es claro que tenemos argumentos válidos. No cabe duda en el imaginario nacional latinoamericano que haya otro lugar del origen de la papa que el Perú”, dijo el entonces canciller peruano Óscar Maúrtua.