Reuters.- El Papa Francisco guió este año a los 1,200 millones de católicos de todo el mundo hacia la Navidad , instando a que la sociedad “ebria” de consumismo y placeres superficiales vuelva a enfocarse en los valores esenciales de la vida.
En la misa celebrada en la Basílica de San Pedro, el Papa -cuyos casi tres años de pontificado se han visto marcados por pedidos de sobriedad y compasión para los menos afortunados- dijo que la Navidad es el momento para descubrir “nuevamente quiénes somos”.
Jorge Bergoglio dijo que todos deberían abrazar la simplicidad del Niño Jesús, nacido en la pobreza pese a su divinidad, para que infunda sus espíritus e inspire sus vidas.
“En una sociedad frecuentemente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante”, dijo el Papa.
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El servicio para unas 10,000 personas en la Basílica de San Pedro comenzó con un largo canto en latín, conocido como Kalenda, la tradicional proclamación del nacimiento de Jesús. Luego las campanas sonaron y el Papa, vestido de blanco, besó una estatua del Niño Jesús para dar inicio a la solemne ceremonia.
La seguridad fue mayor que la normal, y cada persona que entró a la Basílica tuvo que pasar a través de un detector de metales.
El Pontífice de 79 años, nacido en Argentina, se refirió a varios temas que han sido centrales durante su papado: piedad, compasión, empatía y justicia.
“En un mundo, a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado, es necesario cultivar un fuerte sentido de la justicia, de la búsqueda y el poner en práctica la voluntad de Dios”, destacó.
“Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración”, agregó.