AFP.- Por Miguel Sánchez
La selección chilena se quedó fuera del Mundial de Rusia 2018, en el golpe más duro para una generación dorada encabezada por Alexis Sánchez y Arturo Vidal, que parece caminar hacia el ocaso tras vivir una década de históricos triunfos.
La derrota 3-0 ante Brasil era previsible, pero el dolor de los chilenos se profundizó al ver cómo llegaba a su fin a la etapa más gloriosa del fútbol chileno.
“Lamentablemente se ha cerrado un ciclo”, dijo el renunciado técnico José Antonio Pizzi tras la triste derrota ante Brasil, el corolario de una pésima presentación en la recta final de las clasificatorias, en las que perdió tres partidos (ante Paraguay 3-0, Bolivia 1-0 y Brasil 3-0) y ganó uno solo (ante Ecuador 2-1).
Pero la debacle se había iniciado mucho antes.
Tras perder la final de la Copa Confederaciones ante Alemania en julio pasado, la ‘Roja’ se olvidó del juego rápido y de dominio del rival que lo caracterizaba, sumado al desgaste físico que sus principales figuras mostraban en cada partido, afectados por la seguidilla de juegos en sus clubes, mayormente en Europa.
Además del bajón futbolístico y físico, se sumaron escándalos de indisciplina. El último de ellos involucró a Vidal en una ruidosa fiesta en un casino cercano a Santiago, horas antes del partido que Chile perdió con Paraguay 3-0.
¿Abandonan el barco?
Ya después de la derrota ante Bolivia, Vidal le había puesto fecha a su retiro de la selección chilena. Según anunció, si Chile no clasificaba a Rusia serían estas sus últimas convocatorias a la ‘Roja’.
Tras la derrota ante Brasil -en un duelo que quedó fuera por acumulación de tarjetas amarillas- Vidal envió un mensaje a sus compañeros en tono de despedida: “Muchas gracias muchachos por todo. Por todos estos años juntos por dejar la vida en cada partido, por enseñarme y enseñarle a un país que con esfuerzo y trabajo todo se puede en la vida”, dijo en su cuenta de Instagram.
Otra de las grandes figuras del equipo, el portero y capitán Claudio Bravo condicionó también su permanencia en el equipo. “Creo que depende del técnico que venga y la idea que tenga. Me siento capacitado para continuar”, dijo a la prensa en el aeropuerto de Santiago.
Horas antes, su esposa había lanzado un misil desde su cuenta de Instagram: “Yo sé que la mayoría se pelaron el culo, mientras otros se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban”, afirmó Carla Pardo, volviendo a instalar el fantasma de la indisciplina que ha perseguido a la ‘Roja’
Una década dorada
Desde 2007, cuando un grupo de jóvenes jugadores lograron el tercer puesto del Mundial sub-20, los analistas deportivos preveían el nacimiento de algo diferente, a la cabeza de un casi adolescente flaco, moreno y alto defensor, y un tímido niño, delantero lleno de talento.
Eran Arturo Vidal y Alexis Sánchez.
Ya como profesionales, el mítico técnico argentino Marcelo Bielsa dirigió a estos jóvenes, a quienes enseñó su filosofía de fútbol de velocidad y presión sobre el rival.
Tras aprender la lección de Bielsa, el dúo estrella llevó a Chile a clasificar al Mundial de Sudáfrica-2010, luego de 12 años de ausencias de la principal fiesta del balompié, su primer hito histórico.
Luego de la salida de Bielsa en 2011, hubo una etapa de oscurantismo con la llegada de Claudio Borghi a la banca chilena, quien fue despedido tras una mala actuación en la Copa América de Argentina-2011 y en las clasificatorias para el Mundial de Brasil-2014.
Su compatriota, Jorge Sampaoli, un devoto seguidor de Bielsa, se hizo cargo del grupo, al que le devolvió el juego de rapidez y presión clasificando al Mundial de Brasil y cayendo honrosamente en octavos de final con la ‘verdeamarelha’.
Un año después, llegó el mayor logro de este equipo. Chile organizaba la Copa América que nunca había ganado, pero esta generación dorada dio el golpe a la historia y en una final de infarto -que llegó a los penales tras un 0-0- Alexis Sánchez convertiría el gol más importante para la Roja, que significaba su primer título.
En 2016, en medio de las clasificatorias para el Mundial de Rusia, Sampaoli dejó la ‘Roja’ y lo reemplazó Juan Antonio Pizzi, el cuarto entrenador argentino que se hacía cargo del plantel de manera consecutiva y con quien ganó la Copa América Centenario, el segundo título para Chile.
“Me quedo con lo mejor de los 10 años, lo ganado está”, dijo Gary Medel, otro de los destacados de esta generación.