Una vez al año los autos de Ford se convierten en regalos navideños, sustituyen a los de tamaño real y son fabricados exclusivamente en una de las plantas de producción de Europa, este año le tocó a Rumanía.
Estos modelos en miniatura son ensamblados y envueltos con papel de regalo por los empleados antes de enviarlos a hospitales, orfanatos y otras organizaciones solidarias.
“Ver cómo salen los juguetes de la planta de producción es algo muy emotivo. Los trabajadores se contagian del espíritu de la iniciativa vistiéndose de ayudantes de Papá Noel. Es importante que, como compañía, devolvamos algo a la comunidad, y esta es una manera estupenda de conseguirlo”, cuenta Linda Cash, vicepresidenta de fabricación de Ford Europa.
Cada año una planta europea diferente se convierte en el taller de Papá Noel, y esta Navidad el turno es para la de Craiova (Rumanía), donde se fabrican los eficientes motores EcoBoost 1.0. A esta iniciativa se suman empleados de otras plantas como la de Almussafes (Valencia) en España; Alemania y el Reino Unido también apoyan causas solidarias en estas fiestas.