“Si tuviera mil ideas y solo una resultase ser buena, estaría satisfecho”, Alfred Nobel (1833-1896).
Esta cita del inventor sueco parece reflejar el cometido del Museo Nobel en Estocolmo, un lugar donde las ‘ideas y creatividad’ de los más de 900 laureados con el Premio Nobel cobran protagonismo a modo de inspiración para sus miles de visitantes interesados en este ‘fenómeno global’.
Gustav Källstrand, curador del Museo Nobel, comenta que cuando el museo abrió sus puertas en el 2001 se planeaba tener exposiciones sobre todos los galardonados, “el problema era que en ese entonces ya había 750 laureados y el lugar tiene unos 750 m2 de área de exhibición, así que había muy poco espacio para cada uno”.
“En vez de eso, pensamos en un museo sobre ideas y creatividad. Y es que el Premio Nobel precisamente se entrega a personas cuyas ideas han cambiado el mundo de alguna manera”, dijo Källstrand. No obstante, el museo ‘se las ingenió’ para mostrar a todos los laureados a través de carteles que circulan de modo aleatorio en unos rieles instalados en el techo.
Semana de los Nobel.
Consultado sobre la ceremonia de premiación del 10 de diciembre (fecha de fallecimiento de Alfred Nobel), el curador del museo dijo que los laureados que llegan a la capital sueca este mes no solo lo hacen por el evento de mañana, sino para participar en una semana de actividades que incluyen ponencias, visitas a colegios y encuentros con la prensa.
“Es toda una semana para celebrar los premios y también una oportunidad para que los Nobel se conozcan entre sí”, mencionó Källstrand, resaltando la tradicional firma de sillas en el museo, a donde asisten los laureados de todas las categorías y sus familias para conocerse en medio de gran expectativa de la prensa. Pero ellos no llegan con las manos vacías, cada uno de los galardonados debe acudir al museo con un objeto personal que haya sido importante en su obra, en su proceso creativo o en su vida.
[MVLL también contribuyó con esta tradición que empezó en mayo del 2001. Foto: Museo Nobel]
En palabras del curador del Museo Nobel, más allá del objeto es la historia detrás de él lo que lo convierte en un significativo legado para este lugar que atesora el trabajo de grandes inventores, científicos y artistas. La Semana de los Nobel culminará mañana con la entrega de los premios (medallas y diplomas) de manos del Rey Carlos Gustavo de Suecia.
Pero, ¿qué pasa si algún Nobel declina de asistir a estos eventos tal como anunció el cantautor estadounidense Bob Dylan? Källstrand aclaró que “los laureados son invitados a participar y estamos muy contentos de que asistan porque nos dan la oportunidad de homenajearlos, pero no los forzamos. Les hemos dado un premio y estamos agradecidos si pueden venir y participar en todas las actividades; muchos de ellos lo hacen con gusto, pero si otros no desean hacerlo, respetamos su decisión”.
Los recuerdos de Vargas Llosa.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien ganó el premio en el 2010 por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”, no podía estar ausente en este recorrido por el Museo Nobel.
Entre los objetos personales que exhibe el lugar se encuentra un pisapapeles en forma de hipopótamo que entregó el Nobel de Literatura, uno de los muchos que componen su extensa colección, y que el escritor tenía en su despacho “como fuente de inspiración; él pensó que sería un buen regalo y definitivamente es un excelente recuerdo”, anotó Källstrand en dialogo con Gestion.pe.
Si desea ver la silla autografiada por Vargas Llosa, diríjase al Bistro Nobel dentro del museo y busque la número 26, que también está firmada por los escritores Orhan Pamuk y Herta Müller, galardonados en el 2006 y 2009.
[Si desea llevarse una medalla del Nobel a casa puede encontrar estas hechas de chocolate en la tienda del museo. ¡Advertencia! Le dará pena comérselas.]
El dato.
Suecia tiene una población de casi diez millones de habitantes, de los cuales dos millones siguen por televisión la ceremonia y cena de gala del Premio Nobel, esta última dura cuatro horas.