El carácter clandestino del fantástico MI6 (servicio secreto de inteligencia) de Ian Fleming es nada comparado con el secreto que rodea el negocio de la marca James Bond.
Daniel Craig y las marcas de ropa masculina de gama alta que lo visten para la pantalla grande están copando las revistas y blogs de moda en este instante, mientras que la maquinaria publicitaria del último filme Spectre se acelera a velocidad turbo. Pero nadie quiere hablar sobre qué lubrica la maquinaria.
El productor Sony deliberadamente nunca discute sus acuerdos de negocios entre Bond y las marcas de moda que aparecen en las películas. Un acercamiento inicial con Financial Times para entrevistar a la diseñadora de vestuario Jany Temime se canceló cuando quedo claro que habría preguntas relativas a los contratos de marca.
Tom Ford –quien ha sido responsable de los trajes de Bond desde Quantum of Solace en el 2008, y ha diseñado seis estilos de trajes para la nueva película, incluyendo el saco del esmoquin de solapa de pico color marfil Windsor (US$ 3,860) y el pantalón negro de noche O’Connor (US$ 1,290) – no estaba “disponible para una entrevista”.
[Daniel Craig como James Bond y Monica Bellucci como Lucía Sciarra en Spectre]
La marca Burberry, que desarrolla un manejo de comunicaciones tipo militar desde su oficina en un antiguo edificio gubernamental en Westminster, y que habría vestido a Andrew Scott (quien interpreta a Denbigh) en Spectre, dijo que su participación “no es algo que ellos estén resaltando”.
Parte de la timidez puede atribuirse a un correo electrónico confidencial de la producción que se difundió a través de WikiLeaks en abril. La misiva reveló detalles de US$ 5 millones presupuestados por Sony Electronics para que Daniel Craig sea filmado con el nuevo teléfono Xperia, junto con otra contribución de US$ 5 millones para la producción de la película, y un compromiso de US$ 18 millones para una campaña publicitaria.
[El reloj Omega Seamaster 300 Bond (US$ 7,305) que Daniel Craig usó en Spectre.]
Esto demuestra que James Bond es hoy más que nunca oro sólido en el ámbito de la colocación de productos. Del mismo modo que queremos saber quién está grabando la melodía de cada nueva película, queremos saber quién está confeccionando los trajes.
Desde los carteles de Omega con el agente 007 Daniel Craig luciendo sus relojes hasta los publicitados calzoncillos boxer Sunspel que el actor usó en el set, James Bond es el mayor vehículo de colocación de productos así como un icono del estilo masculino. Cuando se trata de ropa, hay grados de participación en una película de Bond que puede o no puede implicar una contribución financiera a las arcas de la producción.
[Botas negras Camberley de Crockett & Jones (US$ 702)]
“Nadie niega el poder de un producto bien posicionado”, dice el diseñador John Varvatos, “pero nuestra participación en Spectre no fue una oportunidad de marketing que promovimos. El equipo de diseño de vestuario visitó nuestra tienda en Londres y escogió una chaqueta clásica de piloto de gamuza (US$ 455). Sucedió orgánicamente”.
Del mismo modo, Sunspel ha sido parte del léxico visual de Bond desde Casino Royale en el 2006. “La diseñadora de vestuario Lindy Hemming escogió un polo cuello de camisa [US$ 122] del archivo que data de la década de 1950”, afirmó el director ejecutivo Nicholas Brooke. “Lo hemos actualizado con un ajuste contemporáneo. Estamos muy orgullosos de decir que nuestra participación en Bond no es pagada. Y aunque no sabemos todavía qué se verá en Spectre, sabemos que Daniel Craig llevaba pantaloncillos Sunspel [US$ 46] todos los días”.
[Casaca de gamuza de John Varvatos (US$ 755)]
Tom Ford, siguiendo los pasos de los confeccionistas Cyril Castle, Anthony Sinclair, Douglas Hayward y Brioni, se ha vuelto estrechamente alineado con la marca Bond. El costo para Ford y sus partidarios de estar involucrados es alto, sobre todo en términos de producto: el traje de dos piezas de O’Connor se vende por US$ 3,420, mientras que el de tres piezas está en US$ 5,175.
“Sus fábricas pueden hacer las 40 copias de cada traje necesarias para las secuencias de acción”, comentó Matt Spaiser de “The Suits of James Bond”, un blog muy querido por los fanáticos del 007 (su post más reciente: un análisis de la bata de baño azul de Sean Connery en Dr. No). “Ford ha conseguido nuevos clientes en acérrimos y acaudalados fans de Bond”, agrega Spaiser, “pero él vende la mayor parte de la ropa Bond en cantidades limitadas”.
[Suéter de cachemira de N Peal (US$ 410)]
Pocos cinéfilos van a gastar US$ 5,175 en un traje después de ver Spectre. Y menos aún se sentirán motivados a comprar ropa interior que ni siquiera se ve en la pantalla. Así que ¿por qué las marcas quieren ser proveedores de la producción de filmes? Una respuesta es la moneda de la generación “X”.
Esta es la era de la colaboración entre diseñadores, desde Vivienne Westwood trabajando con Opening Ceremony hasta Balmain con H & M, y cada escena de Spectre es esencialmente un catálogo para Tom Ford y James Bond. Crea una historia que puede ser difundida en todas partes, desde Twitter hasta revistas de moda.
[Lentes de sol “Snowdon” de Tom Ford (US$ 351)]
Pero algunas ventas son cuantificables de una película de Bond. “Esperamos ver un aumento en el tráfico a nuestro sitio web”, dice Jonathan Jones, director general de Crockett & Jones. “Un estilo de bota, en particular, la Camberley [US$ 702], es muy reconocible en la pantalla. Y estamos seguros de que va a ayudar a consolidar su posición como un icono del estilo inglés”.
Del mismo modo, N Peal espera buenas ventas de su suéter de cachemira de cuello alto (US$ 410) que apareció en las primeras imágenes de la campaña publicitaria de Spectre, así como su modelo de cuello alto color carbón (US$ 303). “Cuando se utilizó nuestro suéter azul de cuello redondo en Skyfall, creó una oleada de interés que no pudimos satisfacer”, dice el director general de N Peal, Adam Holdsworth. “Ese interés ha seguido vigente”.
[Pantaloncillos de algodón por debajo de la cintura de Sunspel (US$ 45)]
“La tendencia actual es centrarse en artículos hechos en Gran Bretaña”, dice Remmert van Braam, fundador del sitio web de James Bond Lifestyle. “Fue evidente en Skyfall con Crockett & Jones, N Peal, Sunspel y Barbour. Para Spectre, Timothy Everest ha vestido a Ralph Fiennes como M, y ha creado una chaqueta de terciopelo verde para que coincida con un Rolls-Royce para el villano de la película, Sr. Hinx. Irónicamente los mayores socios oficiales no tienen esa herencia: Heineken, Sony y Omega. Pero traen los presupuestos de marketing para comprar una presencia importante”.