Una gran cantidad de personas interesadas en moda masculina también tienen gran aprecio por las zapatillas deportivas, según un artículo de Business Insider.
En épocas recientes, los dos mundos han chocado, y no es raro ver a alguien usar zapatillas como complemento de atuendos formales. Pero ponerse zapatillas deportivas con un terno todos los días, lo que significa llevar este look al trabajo, es algo más fácil de decir que hacer.
No solo porque es complicado dominar este estilo, sino también porque muchos lugares de trabajo tienen restricciones, liberales o literales, sobre lo que se puede usar.
Sin embargo, hay maneras de lidiar con esta ‘burocracia sartorial’, y solo se necesita un poco de know-how.
Hay zapatillas deportivas que tienen un look más de vestir y existen maneras de combinar mejor un atuendo con un calzado que va más acorde con una cancha de tenis. Para facilitar las cosas, Business Insiders comparte estas sugerencias de cómo llevar zapatillas deportivas al trabajo (y salirse con la suya).
Considere el ambiente de trabajo.
Cada vez más lugares de trabajo están cambiando a ambientes casuales de negocios o sin código de vestimenta. Para aquellos sin restricciones en la forma de vestir, esto significa que las zapatillas son una opción todos los días y no hay límites en la elección de calzado.
Todo el mundo debe jugar respetando las reglas o encontrar una manera de vestir una opción más cómoda en sus uniformes diarios.
Para estar a salvo, siempre es mejor jugar bajo las reglas y descubrir maneras de romperlas una vez que esté seguro de que es aceptable llevar zapatillas al trabajo. Los que están en el sector financiero podrían verse obligados a usar zapatos elegantes a toda hora, al igual que en otros ambientes de oficina donde la gente podría fruncir el ceño si se aparece con unas zapatillas Jordan para realizar sus rutinas diarias. La parte más importante en la labor diaria de cualquier persona debería ser justamente hacer su trabajo, así que asegúrese de que las zapatillas desaparezcan antes de que sea necesario encontrar otro trabajo.
Piense en la impresión que causan las zapatillas.
Las zapatillas dicen mucho acerca de lo que somos. Usar unas O.G. de los años 90 podría indicar que uno es un coleccionista, o unas zapatillas de caña alta podrían significar que la persona intenta imponer un estilo.
De cualquier manera, ir a trabajar se trata, ante todo, de hacer negocios. Si es el momento de ir a una reunión importante con grandes clientes, entonces quizás no sea prudente lucir sus ASICS fosforescentes o sus Reebok Instapump Furys.
[Deje sus ASICS en casa si tiene una reunión importante en la oficina.]
Incluso podría ser más apropiado usar zapatos de vestir tradicionales. Pero hay un punto medio, también. Nike Tennis Classics, Adidas Stan Smiths, y Common Projects Achilles son apropiadas para llevar con ropa de trabajo y combinan bien con unos chinos o pantalones de vestir casual.
Tenga varios pares para rotar.
Una de las partes más divertidas y minuciosas de estar obsesionado con las zapatillas es escoger qué ponerse cada mañana. Puede tomar una hora para contemplar las opciones o puede ser un proceso simple. Es por eso que las personas tienen un grupo selecto de zapatillas -usualmente colocadas en la puerta principal- que suelen rotar a diario. Tener a la mano unas cuatro o cinco zapatillas lo ayudaran a lidiar con el trajín diario de forma cómoda.
[Salga de lo común con unas Common Projects Achilles.]
Busque zapatillas con colores neutros –blancas, negras, grises, azul marino o marrones– que sean simples en diseño y puedan ser combinadas con una variedad de trajes. No todas tienen que ser de caña baja tampoco. Está bien usar zapatillas para correr o de baloncesto retro –por ejemplo, Jordan 1s o Adidas Top 10s– si tienen los colores adecuados para casi cualquier trabajo.
Guarde el resto de sus zapatillas si se trata de situaciones importantes, y úselas los fines de semana, o para salir después del trabajo. No solo van a sobresalir más si se usan con menos frecuencia, también lucirán más impecables. Tener algunas opciones para elegir al inicio de la jornada también lo ayudará a ganar tiempo y mantener su mente menos ocupada para así ocuparse de cuestiones más importantes.
Opte por algo de color oscuro.
Tener unas zapatillas limpias no es todo lo que se necesita para lucir de forma aceptable en la oficina. A menudo ayuda tener unas zapatillas negras, o lo más cercano posible a ese color, como la única opción para reemplazar sus zapatos de vestir.
Muchas zapatillas completamente negras pasan desapercibidas a primera vista, e incluso son una opción más relajada que los típicos zapatos de cuero. Cuánto menos atención capten, mejor. El objetivo es usar zapatillas y salirse con la suya, no anunciar al mundo que está rompiendo las reglas. Y ese consejo puede servir para múltiples aspectos de la vida.
Guarde un par debajo de su escritorio.
Muchas cosas pueden pasar en el transcurso de la jornada laboral. Las cosas suceden sin previo aviso y cuando menos uno las espera. A veces, esto puede requerir cambiar de calzado varias veces en un solo día. La mejor manera de lidiar con esto es tener una ‘reserva’ en todo momento, que pueden estar guardadas debajo del escritorio o en un cajón. Quién sabe, unas Superstars podrían ser muy útiles en el momento adecuado.
Las zapatillas ‘matadas’ no tienen lugar en la oficina.
Algunas zapatillas se ven mejor cuando han sido usadas más veces. El material cede con el uso y hay algo especial en alguien que parece andar sin preocupaciones respecto a su calzado. Sin embargo, el lugar de trabajo es una historia muy diferente a lo que se ve en Instagram, y es recomendable que las zapatillas que se llevan a la oficina luzcan en su mejor estado. Límpielas, no use el mismo par todos los días, y asegúrese de que aún están en condiciones presentables en general. Nadie debería aparecerse en el trabajo con unas zapatillas que parecen salidas de una pista de combate.