Su historia de superación es ya conocida. Una muchacha con venas de emprendedora procedente de Barrios Altos lucha por el sueño del negocio propio en un contexto en el que las mujeres simplemente no tenían oportunidad de hacerlo.

Sin embargo, la vida de Marina Bustamante trasciende el mundo de los cueros y muestra su lado más artístico.

Qué piensa usted, ¿el emprendedor nace o se hace?
El emprendedor nace y se hace. Yo nací para hacer negocios. En mi casa somos cuatro hermanas y desde niña siempre me interesó este mundo.

¿Cuál fue su primer negocio?
Hacía queques y los vendía en mi colegio. Tenía mi capital y reinvertía. Recuerdo que los hacía los jueves y los viernes los vendía.

¿Y recibía ayuda de su familia?
Mis padres no querían que hiciera eso. En mi hogar la palabra negocio se decía a escondidas. Mis padres no estaban de acuerdo con que me dedique al emprendimiento. Sin embargo, debo admitir que de niña era mejor vendiendo queques que preparándolos.

¿Cómo logró complacer a sus padres?
Ingresé a la universidad para estudiar sicología. Además, estudié por dos años arte dramático, pero lo dejé porque ya no me alcanzaba el tiempo. Estaba en la universidad, hacía cinturones que vendía a los ‘hippies’ de mi clase. Realmente me identificaba con ellos.

*¿De qué manera esta experiencia le sirvió para los negocios? *
Por un lado, me sirvió mi carrera de sicología porque me permitió entender a mis colaboradores. En el caso del arte, el teatro refleja expresiones humanas. Cuando entrenamos a nuestro personal hacemos que, en cierto modo, sobre la base de la actuación, practiquen cómo atender a un cliente y aprender a vender el producto: yo soy el cliente y tú el vendedor.

¿Es una buena cliente?
Para un vendedor no soy buena cliente, porque no me voy a dejar convencer. Voy directamente a lo que quiero. Hago mi lista y voy de frente al lugar, a veces ni entro. Es porque no tengo tiempo. Sin embargo, cuando compro un regalo para alguien, me convierto en buena cliente que busca consejos.

¿Cuál es su mayor logro?
No es tanto mi empresa, sino tener dos hijos (Renzo y Víctor) a los que les gusta trabajar y saber que el dinero que obtengan es resultado de su trabajo.

¿Cómo logró eso?
Mi hijo mayor, Renzo, empezó haciendo inventarios. Su primer carro fue uno para repartir mercadería y el menor no quiso trabajar conmigo ni que lo recomendara. Él solo logró su trayectoria como fotógrafo.

Hoja de vida
Nombre: Marina Bustamante.
Cargo: Gerente general de Renzo Costa .
Estudios: Sicología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Hobby: Leer.

En corto
Me recomendaron a mi propio hijo
Experiencia. Bustamante cree que enseñándoles el trabajo duro a sus hijos les ha servido para que tengan éxito.
Un día una empresa le recomendó a un fotógrafo al que calificó de bastante bueno. Cuando Marina vio la tarjeta, era la de su hijo.