Bloomberg.- Los gobiernos europeos están haciendo un gran alboroto, prometiendo ir contra los autos tradicionales para contribuir a limpiar el aire contaminado de las ciudades.

El último golpe se produjo el miércoles en el Reino Unido, país que dice que prohibirá la venta de vehículos con motor diésel y a gasolina para 2040.

Esos planes podrían no ser tan ambiciosos como parecen. Los consumidores, las automotrices e incluso algunas compañías petroleras ya se están preparando para un futuro impulsado por baterías.

El plan del gobierno británico para hacer frente a niveles récord de contaminación del aire se revelaron dos semanas después de que el presidente francés Emmanuel Macron anunciara un plan similar para reducir el smog y convertir a Francia en una nación neutral en carbono.

Si bien estas metas van a enviar una señal fuerte a los fabricantes de automóviles de Europa sobre el tipo de vehículos que se deben producir durante el próximo cuarto de siglo, es más probable que confirmen que empresas como Nissan Motor, Volvo Car y BMW están en el camino correcto.

“La industria ya está trabajando a toda velocidad en el desarrollo de nuevas tecnologías más respetuosas del medio ambiente”, dijo Moody’s Investor Service el miércoles en un comunicado sobre los planes del Reino Unido.

Las automotrices dicen estar preparadas para el cambio de paradigma. “Consideramos que la electrificación es absolutamente central para nuestra estrategia futura”, dijo el portavoz de BMW Graham Biggs en una entrevista telefónica.

El mercado automotor de Europa va a experimentar cambios sin precedentes en las próximas dos décadas, impulsados ​​tanto por la economía como por las políticas gubernamentales.

La rápida caída de los costos de las baterías hará que los vehículos eléctricos de cero emisiones sean tan asequibles como los de motores de combustión interna en los próximos 10 años, de acuerdo con Bloomberg New Energy Finance.

En el Reino Unido, los coches enchufables siguen representando sólo el 1% de todas las ventas de vehículos del país. Pero esa cifra alcanzará casi el 80% para 2040, según la firma de investigación con sede en Londres.

En Francia, más del 70% de los nuevos autos vendidos vendrán con un enchufe incluso sin los nuevos objetivos de Macron, dijo la compañía de investigación.

“Dado el ritmo de mejoramiento de la tecnología de baterías y vehículos eléctricos en los últimos 10 años, para 2040 los motores de pequeña combustión de los automóviles privados podrían haber desaparecido sin ninguna intervención gubernamental”, dijo en un correo electrónico Alastair Lewis, profesor del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de York.

El cambio a los vehículos eléctricos causará trastornos en los mercados petroleros, y las gasolineras darán paso a las unidades de recarga domésticas. Las estaciones de servicio minoristas del Reino Unido están cerrando a un ritmo de alrededor de 100 por año, según la consultora de energía Wood Mackenzie.

“Si los fabricantes de automóviles pueden lograr esto, entonces la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo y luego disminuirá rápidamente”, dijo en un correo electrónico Alan Gelder, vicepresidente sénior de investigación de refinación y productos químicos de Wood Mackenzie. “Esto tendrá un impacto enorme en el sector de la refinación y en los mercados de petróleo”.