Timorato y limitado. Así califica Mario Gutiérrez, director de la carrera de Comunicaciones de UCAL, el mercado de animación digital en el Perú pues la demanda se inclina principalmente hacia producciones comerciales 2D y tutoriales para entidades públicas y privadas.
En el escenario global, la animación sí registra un crecimiento exponencial y países como Estados Unidos y Canadá marcan la pauta en esa industria.
A nivel regional, Chile, Argentina y Brasil tienen mercados que realizan y consumen este tipo de producciones animadas.
“La animación ha dejado de ser el Mickey Mouse, el dibujo animado, porque la tecnología lo ha permitido, lo digital ha abaratado los costos y cambiado los procesos, ha generado nuevos software y una industria que genera nuevos negocios”, explicó el directivo de UCAL.
En el Perú, existe una gran demanda comercial por pequeñas producciones en 2D que funcionan como tutoriales para empresas o entidades públicas – ‘cómo un trabajador debe ingresar a la mina’, menciona Gutiérrez– pero también están apareciendo largometrajes de autor.
Por ejemplo, la nniversidad está auspiciando la producción de ‘Mochica’, una película animada que se estrenará en el 2016.
El gestor educativo sostiene que una producción animada es costosa, larga y puede involucrar hasta 500 profesionales, que incluyen especialistas en cabello o en efectos acuáticos.
“Este es un mercado descentralizado, se trabaja mucho con la lógica offshore, no tienes que estar en el lugar para construir un producto de animación. No hay fronteras en este mercado”, señaló.
Respecto a las preferencias del público peruano por este tipo de trabajos de autor, Gutiérrez sostiene que hay un vacío en nuestra cultura sobre lo que consumimos.
“Hay fenómenos como Asu Mare que te puede llevar (al cine) a tres millones personas en nuestro país, pero que no ganará ningún premio y no será un éxito fuera de nuestras fronteras”, agregó.