(Bloomberg).- McLaren ha revelado su primer auto deportivo, la Cupé 570S.
Está pensado como competidor del Audi R8, el Porsche 911 y la Ferrari California –enérgicos biplaza descapotables pensados para ser conducidos en rutas de verdad, no en pistas.
Se venderá por aproximadamente US$ 180,000, lo cual no es poco pero dista mucho de los US$ 349,500 del auto exótico 675LT que presentaron hace un mes en el Salón del Automóvil de Ginebra. (El precio lo deja por encima del Audi y el Porsche pero por debajo del Ferrari comparable).
Pude ver el auto de cerca en enero, en un edificio de ladrillo de un piso en las afueras de un suburbio de Londres. Estaba oculto en un importante estudio fotográfico allí y cuando entré, un tipo con una cámara me susurró. “Madonna filmó su último video aquí”.
En persona, la cupé de motor V8 central con tracción trasera parece elegante y curvilíneo –no muy diferente de los autos exóticos que la precedieron. Con su chasis en fibra de carbono, pesa apenas un poco más de 2,800 libras, tiene 562hp, y un tiempo de aceleración de 3.2 segundos –lo suficientemente rápido como para superar al Porsche 911 S hasta 60mph por más de un segundo.
Pero la cuestión es que no hay necesidad de correr; si usted simplemente tiene que ir hasta el almacén, está todo bien. Robert Melville, el responsable de diseño de McLaren, dijo que “han aprovechado todas las oportunidades para aumentar la capacidad específica”. El interior resulta más amplio y cómodo también.
McLaren predice que para 2020 triplicará el volumen de ventas.
Sede de McLaren
De las sedes centrales de autos de carrera –y he visitado unas cuantas- McLaren es quizá la más hermética. Es, por cierto, la más esterilizada.
Me dirigí allí después de mi visita con el 570S. Para acceder a su planta en Woking, Inglaterra, hay que atravesar portones de seguridad bien manejados y largos corredores cerrados en cada extremo por ascensores de tubos de vidrio.
El terreno sumamente cuidado contiene senderos y una entrada con una vereda serpenteante que rodea una laguna espejada. Abundan las cámaras de seguridad.
“Ingresamos a través de un espacio blanco para purificar nuestra mente”, dice un guía mientras bajamos una escalera en espiral y cruzamos rápidamente un pasillo despojado. Le creí cada palabra.
Adentro, trabajadores en una sala de montaje prístina cumplen un horario estricto construyendo 1,750 McLaren anuales. (Para 2016, fabricarán 3,000 y más adelante harán 4,000 cada año, dice el máximo responsable ejecutivo de la empresa, Mike Flewitt).
Para la gente del lugar, el empleo es deseable, y con razón: los empleados disfrutan de múltiples pausas para fumar, tomar té y bizcochos durante el día, acceso a una piscina y gimnasio en el subsuelo y privilegios en un restaurante de la empresa rodeado de olivares.
Es tan silencioso como un museo –lo cual resulta apropiado, ya que el presidente de la empresa, Ron Dennis, encargó a su artista rumano favorito que creara las esculturas de vidrio que bordean el interior.