AFP.- Más del 90% del marfil que se vende ilegalmente corresponde a colmillos de elefantes abatidos en los últimos tres años y no a las existencias de los almacenes de antiguos gobiernos, como se pensaba, muestra un estudio publicado el lunes.
Este estudio basado en la datación de los colmillos “muestra que el marfil se mueve rápidamente en el sistema”, pues algunos elefantes, una especie en peligro de extinción, fueron abatidos “justo antes de que sus colmillos fueran arrojados a los contenedores”, explica Kevin Uno, un geoquímico de la Universidad de Columbia en Nueva York y uno de los coautores del trabajo.
El estudio refuta la idea de que muchos colmillos son ilegalmente reciclados de antiguas reservas pertenecientes a gobiernos corruptos.
“Durante mucho tiempo se pensó que gran parte del marfil provenía de existencias gubernamentales ilegales y el hecho de que este no sea el caso es muy alentador”, señala Elizabeth Bennett, una directiva de la ONG Wildlife Conservation Society.
Este descubrimiento demuestra que es “posible detener la caza furtiva y poner fin al tráfico de marfil procedente de África”, sostiene. “El marfil ilegal no proviene de existencias antiguas, y eso muestra que sólo tenemos que cerrar los mercados y la demanda”.
El estudio, publicado en las Actas de la Academia Estadounidense de Ciencias (PNAS), confirma un reciente censo que indica que los traficantes han matado a cerca del 30% de los elefantes de la sabana africana entre 2007 y 2014, es decir, alrededor de 144.000 individuos.
En la actualidad quedan 350.000 elefantes en 18 países de África subsahariana.
Los investigadores también determinaron que el tiempo entre la muerte de los elefantes y el decomiso de sus colmillos por parte de las autoridades, aunque todavía es relativamente corto, aumenta desde 2011.
Anteriormente era de 8 a 10 meses. Según Kevin Uno, ello podría indicar que los traficantes necesitan más tiempo para obtener los colmillos, lo que sugiere que hay cada vez menos elefantes.
El estudio también indica que los colmillos decomisados son cada vez más pequeños, porque la mayoría de los grandes elefantes fueron exterminados.
*2.000 dólares por kilo *
Ya muchos gobiernos destruyen los colmillos incautados. Los últimos años, al menos 21 países han destruido o quemado enormes existencias de marfil. Kenia incineró recientemente 105 toneladas.
China, por lejos el mayor mercado para el marfil, que se cotiza a más de 2.000 dólares el kilo en el mercado negro, se comprometió a tomar medidas para combatir el tráfico.
Pekín y la Unión Europea anunciaron su intención de implementar una prohibición de este comercio.
Un tratado internacional ya declaró ilegal el comercio de marfil de elefantes muertos a partir de 1989 y muchos países imponen restricciones más severas, incluso prohibiciones en su mercado interno, como Canadá desde 1975.
Estados Unidos también casi proscribió todo el comercio de marfil con algunas pocas excepciones a principios de este año.
Para este estudio de datación, los investigadores analizaron 231 colmillos provenientes de varias incautaciones en nueve países de África y Asia entre 2002 y 2014.