La tecnología asume un papel cada vez más preponderante en las organizaciones, y sus líderes están en una posición única para impulsar la transformación del negocio, aprovechar la disrupción digital y convertirse en catalizadores de cambios.

Con una media de hasta cinco años en sus respectivos cargos, los CIO (chief information officer) en el mundo suelen adaptarse con rapidez al entorno y tolerar riesgos.

“Navigating legacy: Charting the course to business value. 2016 – 2017 global CIO survey”, estudio elaborado por Deloitte, arroja así una serie de hallazgos sobre los perfiles de los gerentes de tecnología, sus patrones de liderazgo y su entorno.

De acuerdo al sondeo, aunque los CIO deben ser capaces de garantizar en conjunto la excelencia operacional, la instigación al cambio y la cocreación de negocios, poco más de la mitad alcanza el primer estatus; la décima parte, el segundo ayudando a sus organizaciones a surcar complejas transformaciones tecnológicas, mientras la tercera parte se erige como auténticos cocreadores de negocios.

Paradójicamente, el 66% reconoce que su estado ideal es el de cocreador (por su capacidad de integrar las tecnología de la información -TI- en el tejido del negocio e influenciar en decisiones clave), aunque sea un patrón que persiga el 34%.

Brechas por cerrar
Los resultados de la encuesta muestran que tres cuartos de los CIO determinan como capacidad esencial para el éxito la alineación de TI con la estrategia empresarial.

No obstante, el sondeo encontró brechas sustanciales entre las expectativas del negocio y las competencias en TI, en innovación empresarial, gestión en ciberseguridad y mejora de procesos.

Así, el 57% de CIO informan que su organización espera un impulso en innovación empresarial y desarrollo de nuevos productos y servicios, pero más de la mitad indica que las prioridades de innovación y de disrupción no existen o están en proceso de construcción.

Algo similar ocurre en materia de ciberseguridad, en donde el 61% la identifica como una expectativa básica, pero solo el 10% informa que la ciberseguridad y la gestión del riesgo de TI son una de las principales prioridades de sus empresas.

Desincronización
Para César Martín Rodríguez, socio de Consultoría de Deloitte Colombia, el estudio muestra un alto nivel de desincronización entre el negocio y el área de TI.

Aunque el 57% de los CIO encuestados dijo que los clientes eran la prioridad del negocio, menos de la mitad lideró iniciativas como entrega de la experiencia, retención o lealtad de clientes.

Rodríguez estima que se sigue percibiendo que el CIO no está involucrado en el día al día de la operación, lo que no le permite ser muy asertivo en la entrega de valor agregado.

“Esto se refleja en que, por citar un ejemplo, las áreas de TI siguen dependiendo del CFO y con alto foco en los sistemas transaccionales”, puntualizó.