¿Cómo maneja un escritor todo aquello que va más allá del acto creativo? ¿El marketing, la publicidad, los agentes y el negocio editorial?
Es un problema, al que hay que estar atento para que no se convierta en la actividad principal del escritor. Yo creo que lo tengo hecho un desastre y me hago el firme propósito de volver a los tiempos en los que únicamente escribía y no, por ejemplo, daba entrevistas contestadas a altas horas de la mañana.
He probado con agentes, editores, asistentes, y la conclusión final es que todo debe hacerlo uno solo de la manera que pueda.
¿Qué opina de la avanzada digital frente a la industria editorial y al libro como objeto físico?
Me parece que fue un intento fallido. Que ambos convivirán durante algún tiempo y que finalmente el libro continuará como de costumbre, y lo digital servirá para alguien que tenga una necesidad determinaba como, por ejemplo, consultar una gran cantidad de información en un período determinado.
¿Qué siente cuándo escucha que han pasado 20 años desde que lanzó su novela ‘Salón de belleza’?
Nada. Sólo darme cuenta que para lo único que he estado en este mundo es para redactar libros. Que toda mi vida la he echado a perder por poner a la escritura delante de cualquier decisión.
¿Se siente un escritor maduro, que ha alcanzado un ritmo firme en su escritura?
Me siento un novato, por eso me interesa el contacto con personas que recién comienzan a escribir, para cotejar con sus escritos si es verdad que en escritura se avanza o se llega a algún lado.
¿Relee sus novelas?
Vuelvo a leer mis libros cuando hay la opción de alguna nueva edición, pero casi siempre es con el fin de continuar algo que quedó trunco. Los libros nunca se acaban, y me parece que hay que inventar como que hay una razón para seguir escribiendo, como si fuera posible alcanzar alguna suerte de meta, inexistente por cierto.
Y si te refieres a algún libro en particular los tengo todos casi olvidados. Los recuerdo cuando los vuelvo a leer, y trato de hacerlo como si hubiesen sido escritos por otra persona.
Alguna vez ha dicho que siente que la gente busca retazos autobiográficos en sus novelas ¿Por qué cree que existe esa percepción?
Porque yo coloco pistas falsas para que esto suceda. Me interesa hacer aparecer lo no cierto como autentico y viceversa. En ese doble juego suele aparecer un estado del ser que me parece el ideal para cualquier narración: el del ser que no es y sin embargo es mucho más real que muchos seres. Esto, que parece un trabalenguas es en realidad el intento de descripción de las diversas capas entre realidad e irrealidad que me parece deben tener los buenos relatos.
¿Los elementos de sus novelas, como los peces, los lunares o los ciegos ¿son obsesiones permanentes o prescinde de ellas cuando termina una novela y pasa a otra?
Son elementos de seducción, aunque pueda parecer extraño, que van apareciendo a medida que avanza la escritura o advierto la aparición de nuevos libros. No están pensados de antemano de ninguna manera. Ni siquiera sé lo que pueden significar, salvo que me sirven para armar un relato.
Es un escritor muy prolífico y constante que publica casi a un ritmo anual ¿Tiene una disciplina en sus horarios de escritura?
Tengo una disciplina extrañísima, que se me oculta muchas veces a mí mismo. Ya no sólo ignoro muchas veces el contenido de los libros sino que ignoro por completo el momento en que fueron escritos. A veces me da incluso la sensación, al ver un texto en apariencia acabado, de que ha sido construido por otro creador y no por mí.
Tú manejas mucho la performance alrededor de la misma palabra y usas muchas otras artes en tus lecturas y presentaciones ¿Por qué?
Consideró que todas las artes son una sola. Y si alguien encuentra alguna fotografía o una puesta en escena desde ya afirmo que se trata de escritura, a pesar de que las evidencias puedan señalar algo diferente.
¿Qué está leyendo ahora mismo?
Primeras páginas de varios libros, Acabo de leer la biografía de un escritor cuya vida ya estaba trazada en su obra. Alguien que desde el primer texto que escribió ya estaba relatando cómo sería su propio final. La escritura como profecía. Además, debo presentar a un escritor fantástico y poco conocido, Felipe Polleri, un narrador uruguayo que muy pronto va a dar mucho de qué hablar.
¿Le gusta especialmente un escritor peruano joven? No conozco mucho de lo que se está haciendo actualmente en Perú. Me parece, pero es una percepción bastante primaria e intuitiva, que se ha abandonado el proyecto literario por el texto del momento.
¿En qué proyecto literario estás trabajando ahora mismo? En varios. Por una parte estuve inventando una editorial artesanal con textos ilustrados y traducidos al inglés. Un trabajo que, desde la elaboración del libro en un máximo de 4 horas, debía estar acabado frente a un lector en menos de una semana. Ya existen dos ejemplares editados por Tokso.
Además, estoy escribiendo un libro algo voluminoso que, en líneas generales, narra el viaje que realizo junto a un escritor en un pequeño barco con dirección al fin del mundo, como se conoce a la zona más al sur de Argentina.
¿Planea venir a Perú este año?
Siempre termino yendo a Perú, pero no a Lima. Una serie de motivos de orden personal me han llevado a hacerme la promesa de no ir a Lima más. El resto del Perú escapa a esta suerte de mandato y quizá este año este en Perú, lugar que, salvo la capital, me encanta.