Este 24 y 25 de mayo, el Gran Teatro Nacional será escenario de un formato musical distinto para presentar la música peruana. El compositor y músico nacional Lucho Quequezana comentó sobre este nuevo desafío y sus expectativas de replicarlo con Orquestas Sinfónicas de provincias.
¿Cómo nace el reto de juntar a la banda Kuntur con la Orquesta Sinfónica Nacional?
La idea de hacer algo con la Sinfónica la tenía hace mucho tiempo. Cuando la Sinfónica Nacional cumplió 75 años, me invitó a tocar una de mis obras, ese fue el primer contacto, a partir de ahí la relación fue mucho más cercana y ahí es donde proponemos hacer este concierto. Queremos romper el mito de que la música clásica está distanciada de la popular.
¿Cómo ha sido ese acercamiento entre música clásica y popular?
El acercamiento a lo clásico me ha parecido enriquecedor. De pronto, escuchas la música clásica, conoces a los músicos, y te das cuenta que son exactamente iguales que los de la música popular y que, en realidad, lo único que queremos es comunicar a través de los instrumentos.
¿Qué ha sido lo más complicado durante ese proceso?
Aunque ha sido bastante fácil la comunicación (con la Orquesta Sinfónica), lo complicado ha sido la orquestación a la Sinfónica, de componer o hacer arreglos para 8 músicos hacerlo para más de 50, y con instrumentos variados. Ese ha sido para mí un reto inmenso.
¿Cómo ha ido funcionando la propuesta durante los ensayos?
Funciona increíble porque siempre hemos visto los instrumentos tradicionales en la música tradicional, de pronto, vemos una quena o charango y decimos que es para música andina, cuando en realidad todos esos instrumentos son tan versátiles como lo puede ser un violín. Entonces la idea es ver cómo los instrumentos se universalizan. Me parece buenísimo mostrar esa versatilidad de los instrumentos para que el mundo vea al Perú como foco musical importante.
¿Cómo ha sido tu relación con Fernando Valcárcel (Director de la Orquesta Sinfónica)?
Fernando es un director tan abierto a nuevas propuestas, nuevas cosas. Para mí es un honor que la Sinfónica y su director dirijan mis obras. Él es muy instintivo, muy rápido, entiende qué cosa es lo que quiere el compositor, y también conoce mucho de música peruana. Es como si yo escribiese el guion y Fernando lo dirige.
¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?
Llevar esto a provincias, replicarlo con las Sinfónicas de provincias, que son increíbles. En Arequipa y Trujillo, recién estamos empezando a entablar los contactos.