Lo bueno y lo malo de la gestión de César Alierta en Telefónica

El empresario y abogado fue presidente de la corporación durante 16 años. Ahora José María Álvarez Pallete lo reemplazaría.

César Alierta puso fin a su etapa como Presidente Ejecutivo de Telefónica y propondrá al Consejo de Administración de la empresa el nombramiento de José María Álvarez Pallete en su reemplazo. El empresario y abogado de 70 años sumó 16 de ellos como líder de la corporación de telefonía, en la que sumó puntos positivos y negativos.

Lo bueno de la gestión de Alierta en Telefónica fue la época de grandes adquisiciones y la expansión internacional: compró activos de Bell South en Latinoamérica, adquirió 50% del operador Vivo de Brasil y consiguió parte del operador O2, con lo cual logró ingresar a Alemania y el Reino Unido. Así, la empresa “se convirtió en líder en los principales mercados tras una apuesta estratégica”, según el empresario.

Gracias a sus movidas, Telefónica se convirtió en la primera empresa española en tener una valorización del mercado superior a los US$ 110,000 millones, en el 2007. No obstante, este valor cayó unos US$ 54,000 millones porque la corporación pasó años vendiendo activos e intentando reducir deudas.

Del mismo modo, Alierta se centró en la estrategia de incursionar en la industria digital mediante inversiones en redes de internet de alta velocidad, aumento de megas de capacidad de las líneas y contenido premium para la televisión.

Otro punto a favor de Alierta, aunque en menor medida, fue la compra de los derechos de la Liga de España y la Champions League hasta el 2018, lo que contribuirá a la imagen de la marca que mantiene una estrecha relación con los deportes.

La otra cara
Entre los puntos negativos, Alierta no supo conectar por completo con el sector joven. En el 2010, compró el 90% de Tuenti, una red social creada en España por un estadounidense que cuatro años antes llegó a tener 14 millones de usuarios.

Sin embargo, en las manos de Telefónica, la plataforma fue perdiendo interés y se reemplazó por otras. Y este fue el segundo intento fracasado de Alierta, pues años antes esta corporación había lanzado Keteké, una propia red social, que no duró mucho tiempo.

Pese a los trastabillones, Alierta trabajó para mantener arriba los números de Telefónica y ahora deja un gran reto digital para su sucesor. Mientras tanto, continuará formando parte del Consejo de Administración de Telefónica, cargo que ocupa desde hace cuatro años.

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