Los límites que ha puesto México al imperio de telecomunicaciones del multimillonario Carlos Slim han contribuido a llevar la inflación al nivel más bajo en casi medio siglo. Los operadores apuestan a que la declinación no perdurará.
Apuestan a que los precios al consumidor en la segunda mayor economía de América Latina aumentarán a un ritmo de 3.7% en los próximos dos años, según una medición del mercado de bonos conocida como tasa de equilibrio. Se trata del mayor nivel en por lo menos un año.
El aumento refleja el temor a que la declinación de 22% del peso en el último año eleve los precios de las importaciones cuando se pronostica que el crecimiento económico se acelerará. La inflación de México cayó en agosto a 2.59%, la más baja desde 1968, en gran parte debido a que los legisladores eliminaron las comisiones por larga distancia nacional que cobraban América Móvil, de Slim, y otras compañías telefónicas. La medida se inscribe en los intentos del gobierno de reducir los costos e impulsar la competencia en el sector de telefonía.
“Habrá más inflación conforme la economía siga recuperándose y se observe que algunas empresas suben los precios tras la depreciación del peso”, dijo por teléfono desde Ciudad de México Carlos Capistran, economista jefe para México de Bank of America. “El mercado considera que el impacto de las reformas fue algo extraordinario este año y que no habrá más ayuda en los próximos años”.
Los costos de las comunicaciones bajaron 12.2% en el último año, según el índice de precios al consumidor de México. América Móvil, que tiene sede en la capital mexicana, controla alrededor del 80% de las líneas fijas del país y el 70% de los teléfonos móviles.
Bonos vinculados a la inflación
Las limitaciones impuestas a la compañía han contribuido a llevar la inflación por debajo del objetivo de 3 por ciento del banco central. En los demás grandes países de América Latina, la inflación está por encima del objetivo.
De todos modos, el banco central mexicano ha dicho que es probable que la caída del peso contribuya a alimentar un incremento del costo de vida. Los economistas pronostican que la inflación se acelerará a 3.4% el año próximo.
El peso se debilitó a un récord de U$ 17.3056 por el 26 de agosto en el marco de una liquidación de monedas de mercados emergentes producto de las apuestas a que la Reserva Federal de los Estados Unidos subirá las tasas de interés este año.
La tasa de equilibrio –la diferencia de rendimiento entre los bonos de tasa fija y los vinculados a la inflación- ha aumentado respecto del bajo nivel de 2.35% de enero.
Alejandro Padilla, jefe de estrategia de renta fija de Grupo Financiero Banorte SAB, recomienda la compra de bonos vinculados a la inflación con vencimiento en 2022 y dice que las expectativas a mayor plazo de los operadores son demasiado bajas.
“En algún momento de fines de este año o comienzos del próximo se observará un mayor impacto de la moneda en la inflación”, dijo por teléfono desde Ciudad de México. “Es un buen momento para que los inversores se posicionen en esos instrumentos a mayor plazo vinculados a la inflación”.