Washington (AFP).- La estrella de Hollywood Leonardo DiCaprio coopera plenamente con la investigación sobre un enorme desvío de fondos malasios que habrían servido para financiar el filme El lobo de Wall Street, indicó un comunicado de su fundación.
A fines de julio, las autoridades estadounidenses anunciaron una ofensiva judicial para recuperar cientos de millones de dólares tomados del fondo público 1Malaysia Development Berhad (1MDB), dedicado al desarrollo económico de Malasia.
Según las autoridades, unos 100 millones de dólares fueron utilizados por el hijastro del primer ministro malasio, Riza Aziz, para fundar el estudio de cine Red Granite, que financió completamente “El lobo de Wall Street” (2013) de Martin Scorsese, que protagoniza Leonardo DiCaprio.
El departamento de Justicia estadounidense había anunciado el embargo de todos los ingresos futuros generados por la cinta, que ha cosechado unos 400 millones de dólares en todo el mundo.
DiCaprio supo “por la prensa” de la existencia de la investigación y “apoya absolutamente todos los esfuerzos para que se haga justicia en este caso”, aseguró el comunicado.
El actor y embajador de la ONU se puso en contacto inmediatamente con el departamento para determinar si él o su fundación dedicada al medio ambiente “habían recibido regalos o donaciones directa o indirectamente vinculadas” con este escándalo.
Cualquier donación sospechosa será “devuelta tan rápido como sea posible”, asegura el comunicado.
La organización de defensa de los bosques Bruno Manser Fonds (BMF), que instó a DiCaprio a dar pruebas de “transparencia”, halagó el compromiso aunque manifestó algunas reservas.
“Las preguntas siguen en suspenso”, opinó la asociación en un comunicado. “¿Cuánto dinero recibieron Leonardo DiCaprio y su fundación de personalidades políticas en Malasia (…)? ¿Va a reembolsar los 25 millones de dólares que cobró por su papel en ‘El Lobo de Wall Street’?”.
El escándalo del fondo soberano 1MDB, que estalló en 2014, sacude Malasia y generó una serie de investigaciones que pusieron al banco Goldman Sachs en el banquillo de los acusados y llevaron al decomiso de varios cuadros de reconocidos artistas.