Kelly Talamas, directora creativa de Vogue para México y Latinoamérica, sabe mucho sobre moda. Se nota a primera vista y, sobre todo, al oírla hablar con pasión de lo que está sucediendo con esa industria en la actualidad.

¿En un mundo globalizado, ¿quién o quiénes dictan las tendencias de moda?
Todo lo digital ha cambiado mucho cómo percibimos y cómo funcionan los procesos de la moda.

¿Cómo?
Antes aparecía una colección y a los seis meses estaba en las tiendas. Ahora, gracias a las redes sociales, los consumidores dictan la moda.

¿Cómo lo hacen?
La moda es ahora algo muy individual. Cada persona dicta su propio estilo.

Hoy aparece una colección y mañana la ves en las calles. Los diseñadores han tenido que adaptarse a sus clientes.

Entonces, ¿qué tan importantes son las pasarelas?
Antes eran hitos en la industria. Todavía lo son un poco, pero ahora la calle ha ganado mucho más peso que los desfiles.

Y en Latinoamérica, ¿hay países que marquen tendencias más que otros?
En cada país al que viajo encuentro un estilo propio. Sería difícil decidir qué país es mejor. Por temas de materiales, de economía, de política, algunos lugares tienen más diseñadores o industrias más desarrolladas.

¿Cómo cuáles?
Colombia, por ejemplo, estuvo cerrada a la industria internacional por muchos años, pero eso le permitió hacer crecer su industria local con diseñadores propios. De otro lado, Chile es un lugar que tiene más marcas internacionales.

¿Hay un estilo de vestir que defina a cada país?
Cada país es un mundo. En Bogotá, por ejemplo, son muy conservadores al vestirse, pero si vas a Barranquilla usan muchos más colores.

¿Qué ha notado en Lima?
En comparación a otros países, las peruanas son lo que uno imagina cuando escuchas el término “latina”. Me atrevería a decir que no tienen miedo a usar colores y que les gustan las siluetas más pegadas, entalladas.

Y en cuánto a diseñadores locales, ¿cómo ve al Perú?
Hay buenos diseñadores, algunos ya establecidos a través de los años, pero aún no han llegado a la escena internacional. Sin embargo, la calidad y las propuestas están ahí.

¿Qué hace falta?
Este es un mercado que tiene recién cinco años floreciendo. Pienso que aún es muy poco tiempo para alcanzar la escena internacional.

¿Para vestir bien se requiere mucho dinero?
Se requiere creatividad. Lo lindo, lo que recomiendo, es mezclar marcas de lujo con marcas de fast fashion o locales porque creas un estilo único que no encontrarás en otras partes.

En todo caso, ¿cómo adquirir el buen gusto a la hora de mezclar prendas?
Hay personas que nacen con eso, pero también es algo que se puede ir aprendiendo leyendo revistas de moda o viendo pasarelas. Viajar también inspira mucho en el estilo de alguien.

Y los hombres, ¿ahora invierten más en moda?
Sí, poco a poco. Antes compraban siempre el mismo pantalón o el mismo par de zapatos. Ahora se atreven a innovar un poco más. Sin embargo, las mujeres tenemos más posibilidades a la hora de vestirnos.

¿La mujer invierte en moda el doble de lo que lo hace el hombre o es más?
No te puedo decir cifras exactas, pero creo que nosotras invertimos mucho más (risas).