Roma (AFP).- Dominadora en la cancha con cinco, pronto seis, títulos consecutivos, la Juventus de Turín tampoco tiene rival en el fútbol italiano desde el punto de vista económico, pese a la entrada de inversores chinos (Inter y AC Milan) o estadounidenses (AS Roma).
El artífice de la solidez financiera de la Juve es su presidente Andrea Agnelli, hijo de Umberto Agnelli y sobrino del ‘Avvocato’ Gianni Agnelli, dos antiguos presidentes del club.
Agnelli tomó los mandos de la ‘Vecchia Signora’ en 2010, tres años después del ascenso a la serie A, categoría que había perdido por el ‘Calciopoli’, el escándalo de tráfico de influencias sobre los árbitros que afectó a una parte del Calcio.
Bajo su impulso, el club dobló sus ingresos en los cinco primeros años, pasando de 156 millones de euros en 2010-2011 a 350 millones en 2015-2016, según las estimaciones realizadas el pasado agosto por La Gazzetta dello Sport.
Sin embargo, en 2010 el club turinés estaba muy retrasado en este aspecto con respecto a los dos clubes de Milán (228 millones de euros para el AC Milan y 217 millones para el Inter) y más o menos parejo comparándolo con la Roma.
Pero en cinco años, los Bianconeri han creado un abismo entre ellos y sus rivales: Milan y Roma ingresan 220 millones anuales y el Inter ha caído a los 185 millones de euros.
Uno de los primeros elementos para explicar esta situación ha sido el estadio. En un país en el que la mayoría de recintos son vetustos y nunca se llenan, el Juventus Stadium, inaugurado en 2011, es 100% propiedad del club.
Moderno y bien diseñado, solo cuenta con capacidad para 41,000 espectadores, pero las gradas se llenan en todos los partidos. Alrededor del estadio se han instalado ya un museo y una clínica, la “J Medical”.
El efecto ‘Champions’
Esta ‘J’ figura también sobre el nuevo escudo desvelado en enero pasado y que es una muestra más del gran trabajo del club por crear una imagen de marca, el ‘merchandising’ y las licencias.
Este desarrollo económico va asociado a los éxitos deportivos y la Juventus ha podido aumentar sus ingresos gracias a clasificarse sistemáticamente para la Liga de Campeones.
Al igual que el Bayern de Múnich en Alemania, la Juventus se ve ahora como un club de ambición europea más que nacional. Con una final de Champions en 2015 (perdida contra el Barcelona) y al menos una semifinal esta temporada, la entrada de ingresos generada por su participación en la mayor competición europea de clubes es considerable: unos 170 millones de euros entre 2014 y 2016 y más de 100 millones sólo en la presente temporada.
Estos ingresos permiten al club turinés tener una capacidad de inversión sin comparación en Italia, lo que le ha llevado a poder fichar el pasado verano a las grandes estrellas de sus rivales, el argentino Gonzalo Higuaín del Nápoles y al bosnio Miralem Pjanic de la Roma por más de 120 millones de euros.
La situación podría cambiar con la llegada de capital chino a los dos clubes de Milán, pero tanto Inter como AC Milan tendrán que aprender primero a gastar mejor que a gastar más.
Mientras que el Inter acumula fichajes de más de 20 millones de euros cada uno sin grandes resultados deportivos (Gabigol, Kondogbia, Joao Maria…), la Juventus y su director deportivo Giuseppe Marotta se equivocan poco.
El dúo francés Paul Pogba-Kingsley Coman, por ejemplo, no le costó a la Juventus ni siquiera un millón de euros y ya fueron vendidos por más de 130 millones.
Mientras la Juventus siga tan hábil en el ‘mercato’ será intocable, al menos a nivel doméstico.