Lo detienen en la calle a pedirle fotos. Confiesa -como si aún le costara creerlo- que nunca se le cruzó por la mente que la música lo llevaría a conseguir tanto. Jhonny Peña, mánager y miembro de Zaperoko, la resistencia salsera del Callao, se muestra orgulloso por haber construido una marca reconocida en muchos países, cuyo prestigio genera gran rentabilidad a sus integrantes.
¿Por qué Zaperoko busca elementos en la salsa dura?
Tenemos nueve años más o menos de creación, y surgimos por la necesidad de que en el Callao, de donde somos, se había perdido la salsa dura. Hubo un gran vacío por un tiempo. Mi iniciativa fue juntar a unos amigos, de diferentes orquestas del puerto, un domingo y tocar en la calle. Al ver el resultado, nos dimos cuenta de que a la gente le gustó, así que seguimos haciéndolo. Así se formó Zaperoko.
¿Cuál fue el “boom” que llevó a la orquesta a ser un referente?
Ocurrió cuando quise llevar la salsa a las calles, a los barrios. Mostrar todo ese mundo, el cual tuvo gran popularidad. A muchos les gustó la naturalidad de la orquesta y llamó la atención de las personas.
¿Cómo ve al mercado de la salsa en comparación con el de la cumbia?
Aunque algunos no lo reconozcan, gracias a la orquesta Zaperoko se cambió el mercado de la salsa, porque era uno en el que nadie quería invertir. Ahora se puede competir. Hemos llenado lugares donde la presencia de la cumbia es muy fuerte.
¿Es rentable tener una orquesta de salsa?
Depende de cómo la manejes. Puedes tener a los mejores músicos, los mejores instrumentos, pero a veces no hay conexión con el público, que es muy importante. Hay empresarios que invierten en una orquesta, pero al final no obtienen lo que quieren.
¿Zaperoko lo es?
Sí, está funcionando muy bien. La orquesta, en este momento, es una empresa. Seguimos con las grabaciones, invertimos en instrumentos de buena calidad, tenemos un staff y hasta contamos con un minibús.
¿A qué público se dirigen?
La salsa dura de Zaperoko tiene diferentes públicos. Podemos tocar en el Callao, Breña, así como en Barranco, Miraflores, Chorrillos.
¿Cuáles son los requerimientos de la orquesta para un show?
En los viajes a provincia, por ejemplo, yo pido viajar con 22 personas, porque, aparte de las 16 integrantes que somos en el escenario, también tenemos un sonidista, utileros, staff de seguridad. Pero cuando se trata de una presentación en el extranjero, es un poco más limitado. Ahí sí viajo con 18 personas.
¿Cómo van los contratos hasta ahora?
Van bien. Si alguien me llama en este momento le diría que no tengo cupo hasta setiembre. Ese mes también hemos programado la gira por Europa. Un poco antes, en julio, tenemos confirmadas varias presentaciones en festivales peruanos en Estados Unidos. Para fiestas de fin de año hay propuestas, pero todavía las estamos evaluando.
¿Han sido convocados para fiestas privadas?
Sí, mucho. Hemos estado en eventos de jugadores de fútbol, entre ellos, Jefferson Farfán, ‘Chiquito’ Flores, Juan Manuel Vargas, ‘Puchungo’ Yáñez, Miguel Rebosio y varios más.
¿Quién maneja las redes sociales de Zaperoko?
Normalmente yo. Manejo las publicaciones para que la gente se entere del “Tour zaperokero”, pero también tengo dos asistentes que me ayudan a gestionar otras páginas, entre ellas, “Fanáticos de barrio – Orquesta Zaperoko”.
¿Creía que la salsa te podía llevar a conseguir tanto?
No, no me imaginé. Antes de Zaperoko soñaba hacer varias cosas, pero luego decía, ‘no, no es posible’. Mira ahora.