(Bloomberg) Por favor miren la entrevista de Bloomberg Television con el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook. Un comentario me interesó particularmente porque Cook permitió echar un vistazo poco frecuente detrás del telón de Apple.
Apple suele ser una empresa muy reservada. En julio pasado, cuando todo ser viviente sabía que Apple en seis semanas lanzaría un nuevo iPhone, Cook no lo reconocía.
“No quiero hablar sobre teléfonos que no han sido anunciados”, le dijo a un analista de acciones. Eso sí, Apple Inc. había presentado iPhones actualizados en septiembre u octubre en cada uno de los cinco años anteriores.
Así es Apple. Muchas compañías son reservadas pero el aire de misterio de Apple es más misterioso que el de la mayoría.
Es por eso que resultó tan extraño oír a Cook decirle a Emily Chang que su compañía está trabajando en la tecnología que podría impulsar los autos autónomos u otras cosas. Y sí, eso no era un secreto.
Ustedes desde hace un tiempo leen en Bloomberg sobre las aspiraciones automovilísticas de Apple, y la empresa tuvo que solicitar permisos públicos a los reguladores para hacer pruebas de manejo con los prototipos de su auto autónomo.
Sin embargo, fue algo poco habitual que Cook en persona diera más que un indicio de lo que está cocinando Apple en sus laboratorios, y es interesante preguntarse por qué se sintió impulsado a revelar un poco más en este caso. Permítanme hacer un par de conjeturas semiinformadas sobre los posibles motivos de Apple.
Apple sabe que no puede actuar sola en materia de autos. Hace falta toda una villa para fabricar un iCar.
Si Apple acaba por fabricar el software y los sistemas de base para los autos sin conductor, muy probablemente necesite una coalición para darles vida.
Apple debe trabajar con las automotrices, los fabricantes de autopartes y los reguladores.
Necesita que haya colaboración entre grupos de producto diversos de Apple y tiene que conquistar a los automovilistas. Para lograr todo eso, es útil decir en voz alta en qué se está trabajando.
Apple quiere que le reconozcan sus méritos en innovación. En otra entrevista reciente, Cook dijo que a Apple no se le reconocían debidamente los méritos por su papel en la inteligencia artificial -una de las tecnologías que son la piedra angular de los autos autónomos- porque la compañía no habla sobre sus planes futuros. Cook señaló que Apple no “vende futuros” como hacen otras compañías. Pero entonces, en la entrevista con Bloomberg… se dedicó a vender futuro.
Al participar en la conversación sobre autos autónomos, Apple, que hasta ahora ha estado rezagada en este campo incipiente, puede ganar credibilidad ante los tecnólogos. También podría lograr que le den un respiro inversores que están atentos al reciente aumento del gasto de Apple en investigación y desarrollo, que llegó a los US$10.800 millones en los últimos 12 meses.
Tampoco estaría de más que la valuación de Apple recibiera algo del polvo mágico de Tesla Inc. Las acciones de la automotriz se cotizan a un nivel sideral de 65 veces las utilidades ajustadas de Tesla proyectadas para 2019. Apple se cotiza a 13 veces las utilidades previstas por los analistas para el año fiscal 2019 conforme a principios de contabilidad generalmente aceptados.
Todavía no está claro qué hará realmente Apple con la tecnología autónoma o cómo ganaría dinero al hacerlo. “Veremos a dónde nos lleva”, dijo Cook. Está muy bien. El mundo no necesita que Apple le cuente todo. Con algunos indicios será suficiente.
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.