La Plaza de Armas se impone frente a la ventana del departamento que Elliot Túpac usa como hogar y taller. Basta con cruzar el umbral de la puerta para ponerse a pensar que Lima (la de afuera) jamás se vio tan gris. Allí se ingresa y el color explota.

Todo es cuestión de perspectiva, incluso la distribución del espacio. En la sala, solo hay un mueble pegado a una pared roja como labial. Un escritorio y decenas de carteles de sicodelia “chichera” llenan cada centímetro.

¿Cuándo fue que su nombre se asoció con un estilo?
Llegué a un punto en el que pensé qué hacer con mi vida. Y en noveno ciclo de comunicaciones decidí mandar al tacho todo y dedicarme a la serigrafía y el diseño.

¿Hay una revaloración del arte popular?
Hay una revaloración del arte, sí, pero hay que tener cuidado porque en lugar de expresar, se puede caer en lo antojadizo. Esa es mi preocupación: mostrar qué hay más, más allá de la abundancia del color.

¿Suele estudiar mucho la cultura popular?
Es más bien inherente a mí. Mi familia es huancaína y siempre estuvo involucrada con la artesanía. En el ADN del huancaíno hay una sensibilidad de acercamiento al color. Por eso el cartel chicha tiene esa necesidad de usar muchos tonos.

¿Regresa a Huancayo?
Sí, siempre. Allí voy absorbiéndolo todo. Yo creo que la inspiración no es algo consciente en mi caso. Acciones como dibujar y crear son más racionales. Trabajas para generar una reacción en la gente. Por eso, todas las historias que se susciten después de tu obra son el logro.

¿Cuándo empezó a experimentar con otras técnicas?
Es inevitable que te hagas conocido por algo puntual. Soy un rotulador de letras y busco distintos soportes para demostrarlo, pero cuando volví de Chile, quise explorar el arte urbano, ampliar formatos y usar materiales como el spray y el látex.

¿Descubrió una nueva faceta de sí mismo?
Me absorbió mucho el entusiasmo. Hubo un tiempo en el que dejé de hacer carteles solo para pintar; días en los que me quedé hasta muy tarde interviniendo muros.

¿Qué espacio le gustaría intervenir con su arte?
Para mí, los edificios con laterales libres de Lima. Lo que me afana es pintar cada vez más grande, es como decir las cosas en voz alta. Mientras más grande el muro, más grande el mensaje.

Hoja de vida
Nombre: Elliot Túpac Urcuhuaranga Cárdenas.
Ocupación: Artista gráfico y pintor.
Estudios: Ciencias de la Comunicación en la Pontificia Universidad Católica.
Otros: Dicta talleres sobre diseño con frecuencia.