House of lies: una serie que desnuda la consultoría corporativa

G de Gestión. Con altas dosis de irreverencia, sarcasmo y sexo, la jerga de esta industria llega con una comedia showtime para América Latina, por la cadena HBO. Pone el dedo en la llaga en una economía que está recuperándose.

Por Daniel Goya

No importa si en realidad son necesarios. Los consultores están allí para convencerlo de que su negocio no funcionaría sin ellos. Son ángeles salvadores con alas falsas. Bajo esa premisa, Marty Kaan lleva su jerga corporativa a todo tipo de clientes con la misión de lograr que le paguen siete cifras al año. Esta es la historia de House of lies, una comedia de Showtime transmitida en América Latina por HBO, que explora el mundo de los consultores y, en el camino, se las arregla para criticar de forma ácida y visceral la codicia de las grandes compañías.

En la primera temporada, estrenada por HBO el año pasado, Kaan y su equipo fueron de negocio en negocio aumentando sus cuentas, mientras combatían una posible fusión de su compañía que los dejaría sin empleo. En la nueva temporada, al aire actualmente, no solo tienen que enfrentar las consecuencias de lo que hicieron para evitar la fusión, sino que se encuentran bajo las órdenes de una nueva jefa.

La serie está basada en el libro que el verdadero Martin Khin, un ex consultor de Booz Allen Hamilton, publicó en el 2005: House of lies: How management consultants steal your watch and then tell you the time. El mismo Khin reconoce que las llamativas escenas de sexo de la serie han sido condimentadas, ya que, en su experiencia, “la vida del asesor es bastante aburrida”. Sin embargo, el ex consultor asegura que la rivalidad por las cuentas, los problemas que se enfrentan y las estrategias al límite de la moral “tienen base en la realidad”.

Kaan, interpretado por Don Cheadle, es una mezcla de Gregory House y Gordon Gekko: sin escrúpulos al momento de engordar su billetera, frío ante las verdaderas crisis, cara dura y promiscuo. Lo acompañan Jeannine van der Hooven, una joven experta en psicología de los negocios; Doug Guggenheim, un brillante analista financiero; y Clyde Oberholt, especialista en realizar presentaciones de alto impacto. Cheadle ha ganado el Globo de Oro por su sólida interpretación de Kann. A su lado, brilla Kristen Bell, quien ya había demostrado su talento en Veronica Mars. En el papel de Van der Hooven, la actriz vuelve a aprovechar su facilidad para los diálogos rápidos y el sarcasmo pasivo-agresivo.

House of lies mantiene en alguna medida el formato de las sitcoms tradicionales, con una duración de 30 minutos por capítulo. En ocasiones, ese tiempo queda corto y se da la sensación de finales abruptos o explicaciones faltantes. Fuera de ese detalle, estamos ante una serie atrevida, muy al estilo de otras producciones de Showtime, que pone el dedo en la llaga de la avaricia empresarial justo en el momento en que la economía estadounidense empieza a recuperarse.

La serie presenta un mundo donde las mentiras son activos y la forma en que se usan puede determinar el éxito o el fracaso rotundo. Es la vida de los asesores, de los consejeros, de las personas que deben saber mucho y aparentar que saben mucho más.

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