Al menos 12% de los casos de depresión a nivel mundial podrían haberse evitado con ejercicio físico, incluso si se hubiera practicado en intensidades y regularidades muy bajas. Así lo indica un estudio realizado por investigadores del Black Dog Institute, una organización australiana que trabaja en el diagnóstico de enfermedades mentales.
“Ahora que los estilos de vida sedentarios se están convirtiendo en la norma a nivel mundial y las tasas de depresión están aumentando, estos resultados se vuelven muy pertinentes. Ellos demuestran que pequeños cambios pueden traer grandes beneficios”, dijo el científico Samuel Harvey, líder de la investigación, quien afirmó que se trata de la primera vez que la ciencia logra cuantificar el nivel preventivo del ejercicio frente a la depresión, enfermedad que actualmente padecen 800 mil chilenos, según cifras de la OMS.
Para realizar el estudio, que fue publicado ayer por la Sociedad Americana de Psiquiatría, los investigadores encuestaron a 33 mil personas, a quienes consultaron si practicaban algún tipo de ejercicio, con qué intensidad y con qué frecuencia. Durante la etapa de seguimiento, se les pidió responder un cuestionario en el cual indicaron si presentaban síntomas de depresión o ansiedad.
Los resultados arrojaron que quienes no realizaban actividad física tuvieron 44% más probabilidades de desarrollar depresión en comparación a quienes se ejercitaban al menos una hora por semana.
El Mercurio