¿Saben en dónde se encuentra el futuro del marketing? En los otakus, gamers, surfers, hipsters, kpopers, y más. En pocas palabras, en los nichos de consumo.
Arellano ya quedó en el pasado. Su modelo de estilos de vida fue bastante útil durante mucho tiempo, pero el mundo ha evolucionado, y la tendencia es diferente. Así lo cree Nicolás Ortiz, investigador de comunicaciones de la USMP.
“La lógica del nicho de consumo es que yo me autoidentifico y estoy buscando esta información. La lógica del mercado masivo es que yo busco al consumidor en sus momentos libres para que consuma publicidad”, asegura Ortiz, y demarca la primera diferencia con la publicidad tradicional.
El estudio elaborado por Ortiz, publicado en la revista Correspondencias y Análisis, destaca que la principal ventaja de estos nichos o tribus de consumo recae en que ellos mismos buscan el producto. Es decir, el boca a boca es potentísimo, pero abordarlos no es tan sencillo como suena.
Para no ser percibidos como invasivos, es necesario que las marcas asuman un proceso de aprendizaje, aconseja el académico. Y es que no basta con lanzar un producto dirigido a los otakus, por ejemplo; hay que entender su cultura y su costumbre para generar el impacto adecuado.
“Es más fácil cuando encuentras un espacio que ha sido apoderado. El caso de los kpopers con el parque Castilla en Lince”, explica Ortiz, y añade que este lugar se ha convertido en un referente para esta cultura, por lo que, si una marca se va a dirigir a ellos, debe hacer su trabajo de campo ahí.
Lo interesante es que hay nicho para casi todos los sectores. Si tienen un producto fitness o un alimento natural, pueden dirigirse a los atléticos o veganos. El sector gamer es perfecto para productos tecnológicos, y auspiciar las actividades de estas tribus de consumo es un excelente paso para convertirse en una lovemark.
Mercado hipster
El movimiento hipster, caracterizado por rechazar el consumo masivo, se ha impuesto como la puerta de entrada a muchos productos en el mundo. “Tienen una autoridad sobre el consumo”, sentencia Ortiz.
El investigador define a los hipsters como los detonadores del gusto. “Este grupo, que es selecto y crítico, podría tumbarse fácilmente un evento”, comenta. Y así como puede sepultar actividades, también resalta otras nuevas.
Este sector fue el responsable de abrir el mercado orgánico, que hoy es principalmente aprovechado por el nicho vegano o saludable.
¿Pero cómo atacar este nicho que, curiosamente, está tan saturado?
La misma naturaleza hipster abre nuevas tendencias con cada movimiento social o cultural vigente en el mundo. El secreto, como siempre, es conocer a fondo su forma de vida, y conversarles sin miedo, no como a un target o grupo masivo, sino como a una sola persona.