La oficina de Roberto Lerner es también una biblioteca. “He perdido libros como para llenar dos bibliotecas”, señala. “Pero tampoco ya tengo espacio para más”, agrega y posa para las fotos.
El psicólogo se sienta en su sillón, pero echa al Perú en un diván. Las fiestas patrias son una buena excusa para hacer una pausa y reflexionar.
Lerner respira y recuerda que hace tres años estuvo en un CADE universitario. “Cuando les preguntaron a los estudiantes sobre las virtudes que más han practicado, respondieron: iniciativa, creatividad, emprendimiento; y las que me menos ensayaron: respeto por las reglas, patriotismo y alegrarse por el éxito de otros”.
¿Qué lectura le da a esas respuestas?
Creo que detallaron algunas de las características de los peruanos. Somos muy buenos en todo aquello que tiene que ver con el individuo, con el yo.
¿Qué pasa con lo colectivo?
Nos es muy difícil hablar en la primera persona del plural, no hablamos de nosotros. Quizá, por eso es tan difícil que podamos armar una buena selección de fútbol por ejemplo, tenemos problemas para armar equipos. Hay mucho resentimiento y mucha desconfianza en general.
¿No solo en política?
En todas las instituciones y situaciones. La gente desconfía de alguien que dice: yo quiero…
¿Por qué somos así?
Somos un país que no está integrado, donde el mestizaje cultural recién se está haciendo. Hoy la gente joven se mueve mucho y eso hace que la gente esté junta, se toque, se huela, y no hay nada más eficaz que eso. No hemos tenido en el país la posibilidad de ‘chocolatearnos’. Una vez le pregunté a los alumnos de la Católica: cuáles son los tres sitios más emblemáticos de Lima; y al responderme parecía que me hablaban de muchas ‘Limas’.
¿El modelo económico que tenemos acentúa las desconfianzas?
Estoy totalmente a favor, porque no he encontrado otra alternativa, de una economía de mercado; lo que no estoy a favor es de una sociedad de mercado. Creo que cuando hay una sociedad de mercado, en que todo se rige por transacciones, es cuestionable y hay desconfianza, por lo que es muy difícil hablar con la primera persona del plural.
¿Hay un exceso del yo?
Hay un desprecio por lo que es de todos y se trata como propio. Esto es una característica de todas las clases. La gente dice sobre un mismo parque: como no es mío me orino en él o es mío y me apropio con una reja de una parte como ha pasado en El Olivar.
Su visión es negativa…
No, porque por otra parte el peruano es absolutamente creativo y hay una sofisticación interesante que se expresa en la comida y en ciertas manifestaciones de arte. Cada vez siento que hay más identificación con elementos culturales.
¿Cuáles son los motivos por los que hoy alguien viene a su consultorio?
Son muy variados. Antes había sistemas para que dos personas no se encontraran en la sala de espera, ahora a nadie le importa venir al psicólogo.
¿Necesitamos los peruanos ir más al psicólogo?
No lo creo. Hay en el Perú obviamente preocupaciones. Una cosa eran las fobias y los temores cuando estallaban coches bomba y otras cosas son las de hoy.
¿Qué pasa hoy?
Una presión por éxito y también por notas que es brutal. Hacia el mes de octubre comienzo a ponerme mis botas de bombero y empiezan a multiplicarse las emergencias.
¿Por qué?
Porque se acaba el año, vienen los exámenes, los bachilleratos, además está la pre, la promo y la preocupación de si los invitan o no a la fiesta. Hay mucha presión y tensión. Hay colegios que parecen considerar que si el chico no se amanece no están haciendo un buen trabajo.
¿Ve alegría en los peruanos?
A pesar de que somos los últimos en el ranking de felicidad en Latinoamérica, hemos avanzado mucho a nivel mundial. Percibo que la gente tiene menos miedo del futuro, a pesar de todo.
¿Y cómo se expresa ese no temor?
Cuando la gente tiene menos miedo del futuro, tiene más hijos, muestra más el cuerpo, compra más, se ven edificios más altos. Soy optimista, pero no veo a las instituciones acompañen el cambio. Hay, sin embargo, una conducta muy bipolar, muy de péndulo entre los peruanos.
¿A qué se refiere?
Gana la selección y somos campeones mundiales, pierde y ya queremos despedir al técnico.
¿En política también estamos siempre en un péndulo?
Allí somos muy moderados. Si se analizan las elecciones en los últimos 35 años, verá que siempre ganó el que daba menos miedo, incluso en la última. No importa si es de derecha o de izquierda, tampoco la cuestión económica.
Hay gente que dice que no tenemos memoria…
Sí la tenemos, pera esta se reinscribe. La gente no se olvidó de lo que hizo Alan García, pero la gente tuvo temor de Humala en el 2006. La elección del 2011 fue basada en la memoria. Lo que no hay es partidos. No entiendo por qué a la gente le gusta tanto los políticos no tradicionales. La gente no buscaría a un médico no tradicional para que la opere.
Pero los políticos tradicionales generan desconfianza…
Alguien dirá: los políticos son unos hijos de puta, pero yo prefiero políticos hijos de puta tradicionales que los amateurs que al final son más hijos de puta, de todas maneras.
¿Se atrevería a adivinar quién sería el próximo presidente?
Creo que la gente si pudiera evitar escoger entre los del elenco de hoy, lo hará. Por quién optaría, no lo sé. Hay otro problema: El Perú tiene un muy bajo nivel de testosterona, hemos aguantado cosas que en otros países no lo hubieran tolerado y hablo del abuso del poder. Tenemos terror frente al poderoso.