En Estados Unidos, a días de la celebración de Halloween, los americanos podrían enfrentarse a una escasez de calabazas en los supermercados, debido a intensas lluvias que se registran en Illinois.
Ese estado es el productor de calabazas más grande de Estados Unidos, y las complicadas condiciones climatológicas han provocado una escasez del fruto clásico que se utiliza en la “Noche de Brujas”.
El Mercurio de Chile recoge que, según un estudio de la Universidad de Illinois, entre el 90% y 95% de las calabazas procesadas en el país norteamericano se cultiva en Illinois, pero también lo hacen en Ohio, Pennsylvania y California.
Asimismo, a medida que se acerca el 31 de octubre, los estadounidenses podrían encontrarse ante precios considerablemente altos.